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Jueves, 28 de Marzo de 2024

Pide Rastro de Cholula certificación de ranchos y padrón de ganaderos

El sdministrador considera estas medidas necesarias para frenar el uso de clembuterol.
Miércoles, 17 de Julio de 2013 18:04

San Pedro Cholula, Pue.- Sin la certificación de ranchos y un padrón de ganaderos confiables la presencia en el mercado de carne contaminada con clembuterol seguirá en ascenso, acusó José Flavio Tolama Solar, administrador del Rastro Municipal de San Pedro Cholula.

Si el Rastro del municipio, asegura, ha soportado las ya 4 revisiones de la Secretaría de Salud (SSA), es porque se ha negado a “matar reces saladas”, es decir, alimentadas con el anabólico.

El administrador asegura que al menos 30 reses detectadas con el químico han sido rechazadas por el Rastro Municipal en lo que va de la actual administración. “Nos damos cuenta por su masa muscular exagerada, como si hiciera pesas. Hemos resistido la oferta de ganaderos que tienen animales por decenas”, afirmó.

José Flavio insistió que la oferta de estos animales “contaminados” es cada vez menor, pues una vez que el Rastro se niega a sacrificarles, el lugar se vuelve menos popular para el ilícito.

Reveló que en el Rastro de San Pedro Cholula, donde se sacrifican al mes 350 bovinos, podría aumentar al triple de su producción generando el doble de empleos, de existir ranchos confiables, pues ahora sólo se admite ganado “lechero” o de traspatio, generalmente de conocidos. “Nos ponemos exigentes, por eso no tenemos tanto trabajo”, dijo.

Admitió que los ganaderos pudieran estar -sin quererlo- engordando a sus animales con alimento contaminado, pues carecen de medidas de calidad del producto que les es ofrecido como “nutritivo”.

Acusó que las medidas enérgicas contra los propietarios de lugares donde se sacrifica animales, sin atacar los focos y sin una estrategia o alternativa para la demanda de carniceros, no terminará con el problema en el estado.

Ejemplificó con la clausura de los Rastros de Atlixco y Central de Abastos, que ha detonado cientos de lugares clandestinos donde alistan reses para su venta en los mercados. “Al final, el cierre genera un problema más grande”, acotó.

Acusó que el Rastro, que es el único en la región -pues San Andrés Cholula y Huejotzingo no cuentan con un lugar certificado- no ha sido certificado como TIF, pese a promesas de autoridades.

Además, los escasos fondos han frenado cualquier intento de modernización en el lugar donde el precio por sacrificar un bovino es de 100 pesos y 60 por un cerdo.

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