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Sábado, 20 de Abril de 2024

La fiesta de los artesanos: el carnaval de Tlacomulco

Las polvorientas calles de la comunidad perteneciente a Huauchinango se llenaron de personas listas para celebrar.
Martes, 24 de Febrero de 2015 20:45

Crónica

Termina con saldo blanco el Carnaval de San PedroCon 10 heridos termina el Carnaval de Huejotzingo 2015Huauchinango, Pue.- Lo mismo vestidos que habitantes del desértico planeta Tatooine, que de personajes de Disney o con vistosos disfraces de la nobleza veneciana o el más autóctono y original Huehue fachudo, cualquier traje sirvió a los habitantes de la comunidad indígena de Tlacomulco, en Huauchinango, para salir a las calles a bailar y terminar las fiestas de la carne.

Mientras la neblina cubría la cabecera, en este pueblo hubo que cervecear desde temprano porque el sol caía generoso sobre las polvorientas calles de la comunidad habitada por artesanos de la madera que, celosos, cuidan sus diseños de las curiosas cámaras de los recién llegados.

Por séptimo año consecutivo, más de un centenar de jóvenes y adolescentes que habitan en el centro, el Barrio Pobre y el Barrio Francisco, de esta población ubicada en los límites del norte de Puebla con el estado de Hidalgo, elaboraron sus atavíos con telas, cartón, bisutería, peluches, una cortina mal puesta, la enagua y la blusa hermosamente bordadas de sus abuelas.

Abundaron los monstruos peludos, los diablos cornudos, pero sin cola; hubo viejos y viejas jorobadas, novias, exóticas despernancadas, una juguetona embarazada, un apache cabezón con barba de ixtle, cada quien diseñó su traje según su posibilidad. Algunos tenían su máscara de palo labradita, muy bonita. Otras eran de plástico y les pusieron sus cuernos de chivo y colmillos.

Esta fue la comparsa más alegre y la que mejor recuperó, a juicio de algunos espectadores, la razón de ser de los Huehues: ser un medio para la crítica social, para dar rienda suelta a los sentimientos a través del juego, de la burla, de la diversión, una forma de “sacarlo todo afuera”, de hacer catarsis.

Otros parecían reciben bajados de una nave espacial, no sólo porque algunos escogieron ser personajes de la Guerra de las Galaxias, sino porque sus vestimentas semejaban brillantes platillos voladores extravagantes y extensos.

El chiste era salir y andar bailando por las calles, no importa que el disfraz fuera de costal, o la blusa estuviera raída, o sólo trajeras la cara pintada con tizne de carbón.  El chiste era bailar, porque dicen que durante el carnaval,  el diablo anda suelto.

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