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Viernes, 19 de Abril de 2024

Participan mil 500 niños en encuentro multicultural en Sierra Norte

El objetivo inicial fue saber, apreciar y ampliar el concepto de cultura indígena.
Domingo, 21 de Junio de 2015 19:32

Huauchinango, Pue.-  En un proceso de hermanamiento, para conocerse y reconocerse, alumnos de preescolar que habitan en la ciudad y las comunidades indígenas de la región de Huauchinango realizaron un encuentro multicultural con el propósito “de hacer personas respetuosas y conscientes del valor de cada cual, más allá de las diferencias”.

La experiencia que fue coordinada por la educadora Patricia Domínguez Hernández, duró dos meses e involucró a mil 500 niños de 10 escuelas de la cabecera municipal y de 10 comunidades indígenas, tanto de Huauchinango como de Juan Galindo, Naupan y Tlaola, a 113 docentes y a 2 mil padres de los alumnos, y culminó con el 1er Festival Intercultural Preescolar realizado en el jardín central.

Convencida de que lo que enseña no es la transmisión de conocimientos, sino los procesos humanos, Domínguez Hernández explicó que se tuvo el objetivo inicial de saber, apreciar y ampliar el concepto de cultura indígena “tan cercana y a la vez tan lejana” entre los niños de 4 a 6 años de edad que en principio intercambiaron archivos, cartas y videos para conocer sus puntos de vista sobre temas cotidianos como la familia, la comunidad, sus juegos, etcétera.

“Como no queríamos que este intercambio fuera entre desconocidos, los niños de Huauchinango fueron a las comunidades. Hicieron la vivencia del traslado la comunidad, de llegar a la escuela, de romper prejuicios –incluso entre los maestros- que pensaban que los niños de las comunidades son tímidos, porque nos encontramos que de uno y otro lado estaban los brazos abiertos”.

En esos 60 días, los niños hicieron regalos para sus nuevos amigos. Por ejemplo, los del preescolar de “Ignacio Manuel Altamirano” de la junta auxiliar de Ahuacatlán inventaron el “Olopatlani” un juguete que hicieron con una mazorca de maíz y una pluma de guajolote y entregaron a los alumnos del Jardín de Niños “Juan Galindo” ubicado en la cabecera.

“El olopatlani está muy divertido. Da vueltas en el cielo. Muchas gracias. Les doy mi vida a ustedes. Y quiero que nunca me olviden”, fueron algunas de las expresiones de los pequeños.

Luego, siguió contando la profesora, tocaba que ellos vinieran. “Hubo dudas por lo que implicaba el traslado,  pero se dio una respuesta importante y llegaron a la realización de 16 talleres que culminaron con una demostración de cantos, danza y poesía que lució en las comunidades y se amplió el sentido de la convivencia”.

Se trató de que hubiera espacios dedicados a la identidad: al maíz, al huapango, al cuidado del ambiente pues los niños tienen cercana una riqueza de recursos naturales enorme, una ludoteca, un área de juego motor en el Palacio del Deporte, un taller de náhuatl, otro de pigmentos naturales, de alfombra floral y hasta de tabletas electrónicas para que quienes no tienen oportunidad de conocer ese lenguaje en sus comunidades vivieran esa experiencia.

“Se vivieron procesos fuertes. Los niños están en una edad en la que abren sus sentimientos al 100 por ciento. Es una experiencia con enfoque humano que nos ha hecho mejores personas. Ellos abrieron sus emociones y ahora, por ejemplo saben lo que es el náhuatl, aprendieron algunas palabras. Antes tal vez les daba lo mismo. Cambiamos algunas conciencias y conceptos. Y esto nos debe hacer personas respetuosas y conscientes de nuestro valor, independientemente de nuestra ideología”

Porque como dijo Nelson Mandela: "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión… La gente tiene que aprender a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario".

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