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Miércoles, 17 de Abril de 2024

Tras el fuego se oyeron gritos de auxilio, luego todo fue silencio

Solamente una de las salidas de emergencia del autobús en el que murieron 22 personas en Jalpan pudo abrirse, relatan testigos.
Lunes, 23 de Noviembre de 2015 17:13

Jalpan, Pue.- A un fugaz chispazo le siguió una estridente explosión y el autobús se cubrió de llamas, vino el caos y la desesperación, luego, los gritos pidiendo auxilio y tras ellos, en unos cuantos minutos, el silencio de la muerte. “Fueron pocos lo que lograron escapar, el auto que chocó contra el autobús tapó la puerta”.

Confirman 24 muertos por choque de autobús en JalpanDan de alta a 6 heridos en autobús calcinado de JalpanJuan Manuel Hernández Sánchez es estudiante de la Universidad Tecnológica de Xicotepec. Es originario de Tihuatlán, Veracruz y cada semana sube la sierra para ir a la escuela. Este domingo 22 de noviembre no fue diferente.  A la orilla de su pueblo, sobre la misma vía federal, subió al autobús 2823 de la Línea Verdes Premium que había salido de Poza Rica a las cinco de la tarde rumbo a la ciudad de Puebla.

No imaginaba que pronto sería parte del accidente que dejó 24 muertos y 10 heridos en la carretera federal México-Tuxpan. 

Venía en compañía de su primo. Ocupó el asiento 15 y su familiar el 16. El camión estaba lleno: 35 pasajeros, el chofer y un cobrador. Ellos se iban a bajar 82 kilómetros después, en Xicotepec. Un recorrido que toma cuando mucho una hora, si acaso hora y media porque a veces algún tráiler hace el flujo vehicular más parsimonioso, sobre todo en la sinuosa subida de La Ceiba.  

Cuando sólo les faltaba recorrer 25 kilómetros, en la recta de Apapantilla, un trancazo los sacó de su marasmo. Un automóvil Toyota, modelo Yaris, con placas 53-WMF del Distrito Federal que había invadido el carril por el que circulaba el autobús se le incrustó de frente. El camión lo arrastró 50 metros. El tanque de combustible se fracturó. El diesel empezó a salir. Todo se llenó de humo. Muchos buscaron las salidas de emergencia, intentaron romperlas, pero sólo una abrió. Luego llegó el chispazo, el estruendo y el fuego. 

"Todo fue muy rápido. Al momento de la explosión le grité a mi primo, pero no me contestó. Busqué cómo salir. Sólo una de las ventanillas de emergencia se abrió. Era imposible ayudar a la gente. Pronto las llamas lo cubrieron todo”.

Ya abajo, los pocos que alcanzaron a salir escuchaban los gritos de la gente que pedía auxilio. “Gritaban desesperadamente, pero luego de unos minutos dejaron de hacerlo: ya se habían muerto”, dice Juan Manuel.

Sobre la carretera siguió ardiendo el autobús, en el lugar que la gente conoce como El Pozo. Empezaron a llegar los paramédicos, los policías estatales, federales y de municipios aledaños, los ministeriales y los bomberos, también los del grupo de voluntarios de San Juditas y, casi simultáneamente, algunos familiares de los pasajeros que, se dice, en su mayoría eran originarios de Venustiano Carranza y de Xicotepec.  Fue poco lo que pudieron hacer.

Hubo que esperar varias horas la llegada de los forenses de la Procuraduría General de Justicia del estado, inició el levantamiento de los restos carbonizados, la tarea se prolongó hasta las dos de la mañana de este lunes y luego fueron llevados al Anfiteatro Rafael Burgunder de Xicotepec.

En este lugar la espera continúa y aunque hay mucho hermetismo, ha trascendido que la identificación no podrá hacerse a simple vista, no puede saberse ni su sexo, ni su edad, por eso llegaron peritos en estomatología y medicina forense.

También casi 20 horas después del accidente, llegó el gerente de una funeraria local para avisar que la empresa se haría cargo de los gastos, mientras los familiares suman a su dolor, la incertidumbre  y el desconcierto.

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