Crónica: Huauchinango recuerda sus orígenes con Lila Downs

Huauchinango, Pue.-  La puesta en escena de un guión que recuperó con narraciones, danzas, música y poesía las razones del ser huauchinanguense, hizo sinergia con las emotivas interpretaciones de Lila Downs, “la voz de los no escuchados”, durante la coronación de Anabel II reina de la 78 Feria de las Flores.

Una bien escrita, bien producida, bien instrumentada y bien narrada historia fue disfrutada por unas seis mil personas que se dieron cita en el patio frontal de la escuela Betancourt durante la ceremonia inaugural de las fiestas que sirven para celebrar no sólo a Santo Entierro, el Patrono de Huauchinango, sino también para mostrar las espléndidas azáleas cultivadas aquí y que adjetivizan la celebración.

El espectáculo nocturno de luz y sonido que fue  denominado “muralla de cultura y tradición”, -en una analogía con el vocablo náhuatl del que se deriva el nombre de este pueblo: Cuauchinanco “lugar cercado de árboles”-,  dejó sorprendidos a los asistentes que, en un rápido recuento, fueron de sus orígenes y fundación, la poesía a las mujeres, de Tlaltecatzin; a la colonia y evangelización, con la leyenda de la llegada a esta tierra de la escultura de su santo patrono, para regresar con danzas y rituales, como la de Las guaguas y  el vuelo de los Hermanos Águila -que descendieron simultáneamente de los cuatro palos voladores con luces de bengala encendidas-, a la identidad Huasteca de la región.

También, las participaciones de los danzantes de la escuela del profesor Marcos Alderte y los jóvenes y profesionales bailarines del “Tlaltecatzin” que dirige Paco Domínguez , precedieron a una ceremonia de enfloramiento con la que los huauchinanguenses dieron la bienvenida a la cantante Lila Downs.

Tras la purificación con copal, le colocaron una la corona de flores que significa el pensamiento bueno que lleva a la verdad y un xochiyugo que le pusieron cerca del corazón donde están los sentimientos buenos y lo malos, mientras una banda interpretaba el “Xochipitzahuac” –La Flor menudita-, uno de los 24 sones dedicados a los Señores Floridos, al que Lila unió su voz potente y tierna para iniciar su concierto.

Luego vinieron las románticas Vámonos, Cuando Me Tocas Tú, Pecadora,  Balas y Chocolate; las militantes: La Patria Madrina, Zapata se queda, que hicieron que “se enchinara el cuero”, como describió el alcalde Gabriel Alvarado Lorenzo, hasta llegar a La Cumbia del Mole que fue bailada en el escenario por unas cadentes chinas poblanas del Ballet Tlaltecatzin en la fiesta más grande de Huauchinango.

“Gracias por invitarme a esta hermosa tierra, hermosa montaña, que nos da fuerza, que nos da fe y nos da vida”, dijo Lila y, más tarde, en entrevista describió su emoción por estar en un lugar donde se preservan y cuidan las raíces de la cultura originaria.

El agradecimiento de Lila fue también por sentirse acompañada en los sentimientos “por las cosas terribles que pasan en nuestro país. Hacer esta festividad que celebra la raíz, que celebra la construcción,  (que nos recuerda que) nuestro pasado es muy grande, con un futuro que también va a ser muy grande porque tiene esos pilares de nuestra fuerza. Cuando me encuentro lugares que están con los brazos abiertos a eso: me emociono, me apasiono, me enojo de que a estas alturas haya personas que no lo comprendan y no vean lo importante que es, y agradezco mucho haber estado en esta ciudad de flores. Aunque lo que sí les reclamo es que me hubiera gustado tener más flores a la vista”.  

Lo que destacó también fue la puntualidad, el orden y el respeto mostrado en el evento que permitió el acceso sin jaloneos, tanto a la explanada como al graderío, de las miles de personas que acudieron para aplaudir a su Reina y disfrutar a la cantante, en esta noche en que, hasta la neblina, dejó asomar el rostro redondo y luminoso de la luna.

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