Crónica: Alcalá inicia campaña en medio del trópico serrano

Zihuateutla, Pue.- Como si la estrategia de la llamada “batalla blanca” fuera hacer contrastes: la candidata priista al gobierno del estado de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, escogió una meseta ubicada en La Unión, cabecera Zihuateutla,  en la Sierra Norte, para hacer el acto inicial de su campaña y el clima ayudó para que la empezara, literalmente, “con los zapatos llenos de lodo”.

Alcalá arranca campaña en la Sierra Norte de PueblaUna enorme carpa blanca, instalada al pie de un cerro que durante las fiestas patronales sirve para hacer los jaripeos, guareció a cientos de personas que tras brincar los charcos y hacer equilibrio en el pegajoso barro, se sentaron a esperar la llegada de la candidata que la víspera durmió en la casa del ex alcalde de Naupan, el indígena náhuatl, Marcelo Rodríguez Ramírez.

Para llegar a La Unión-Zihuateutla hay que bajar por una serpenteante carretera –en el declive septentrional de la serranía- que en días de lluvia, como hoy, se debe transitar casi a vuelta de rueda, no sólo por el mal estado en que se encuentran algunos tramos, sino por las cerradas curvas que van a dar a profundos barrancos como “La Garganta del Diablo” y “El Infierno” lugares que, sin embargo, de non santo sólo tiene el nombre, pues al mismo tiempo son la zona mejor conservada del Área Natural Protegida Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa.

El sitio ubicado en medio del trópico serrano, dijeron, fue elegido por Alcalá Ruiz no sólo por las carencias en que viven sus pobladores que “ya se cansaron de ser pobres” –según el diputado Carlos Barragán-, sino porque su nombre que viene de las raíces nahuas: cihuatl-mujer y teutli-gobernador, significa “la mujer gobernadora”.

Aunque algunos vecinos aseguran que a este lugar se le bautizó así, porque en el cerro en el que está asentado, se veneraba a Cihuatétol o Cihuatlali “nuestra diosa madre” o “nuestra señora la tierra”.

Empoderadas

Pero como quiera, señalan, es un sitio dedicado a la mujer: “diosas, guerreras, compañeras del sol, grandiosas y eternas. Símbolo de la fertilidad y voluntad de su estirpe. Ejemplo de coraje y entrega. Que lo mismo canta a la vida, que a la muerte. A todo aquello que somos los seres humanos y también a lo que los dioses representan. Somos el mejor ejemplo del poder”, dice muy segura doña Juana García, mientras dobla su sombrilla, sacude sus zapatos de hule cubiertos de lodo y se instala en una de las últimas sillas de la carpa para oír a “su candidata”.

Entrecierra los ojos, como queriendo esconder detrás de sus párpados algo más que una mirada. Abre su boca y cuenta, casi sin querer, su dolor: hace dos años, uno de sus nietos necesitaba atención médica y en la clínica de salud no se lo quisieron recibir. Les dijeron que no había doctores “y, aunque hubiera, “fuimos hasta Huauchinango, y ahí lo que no había era medicina”. Unos días después el pequeño murió. Por eso, añade, está aquí.

Mientras, adelante, todas quieren salir en la foto y subir al templete: lo hacen Maritza Marín que movió a muchos militantes de la CNC o repartió banderitas de la central al por mayor, porque fueron las que más se vieron. También estuvieron Graciela Palomares, la siempre fashion senadora, Lucero Saldaña, las ex diputadas Rocío García Olmedo, Guadalupe Vargas, y su padre el comisionado nacional de migración, Ardelio Vargas Fosado, a quien la prensa le cuestionó su presencia en el acto por haber sido secretario de Seguridad Pública del morenovallismo: se declaró priista y experto en temas de inteligencia y seguridad. “También fui funcionario de Salinas, de Zedillo, de Fox y de Calderón”, se justificó.

También estuvo el ex gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, en tanto el gran ausente fue Manlio Fabio Beltrones “a quien el mal clima le impidió llegar”.

Tras la intervención del dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, quien presentó a Blanca Alcalá como una mujer “como ustedes, de origen humilde, que quedó huérfana siendo niña”, la candidata subrayó estar iniciando su campaña con varios triunfos: hacer que el gobierno del estado reconociera sus errores al haber arrebatado los registros civiles a las presidencias auxiliares; al imponer las fotomultas como una política de recaudación, no de prevención; al privatizar los servicios de agua potable.

Luego, señaló que terminará con la inequidad que significa destinar siete de cada 10 pesos a la Angelópolis, mientras a los municipios serranos les dan 80 centavos de cada 10 pesos. Hay que dar a la gente una vida digna, con los servicios básicos, aunque reconoció que ningún gobernante pueda ofrecerle "salir completamente de la pobreza".

"Esa es una obligación de un gobernante. Nunca más piensen que éstas son concesiones del gobierno. Nunca más las decisiones unipersonales determinarán lo que se debe hacer".

"Hoy quiero hacer con ustedes este primer compromiso con las regiones. Tienen mi palabra de mujer, esposa e hija. Aquí están mis hijos y frente a ellos les digo que ustedes son mi gran familia".

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