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Lunes, 15 de Abril de 2024

Abren a consulta pública hidroeléctrica en Sierra Norte de Puebla

El proyecto San Antonio de la empresa GESA abarcaría los municipios de Xochitlán de Vicente Suárez, Zapotitlán de Méndez, Atlequizayan, Zoquiapan y Nauzontla.
Jueves, 24 de Agosto de 2017 19:07

Huauchinango, Pue.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) abrió un periodo para la “consulta pública” técnica de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto hidroeléctrico San Antonio que la empresa GESA pretende instalar en los ríos Zempoala y Ateno, en cinco municipios de la Sierra Norte de Puebla, ubicados en territorio de los pueblos macehual y totonaku.

Fue este 24 de agosto cuando se dio a conocer la determinación de la dependencia federal en la Gaceta Ecológica número 47. El periodo de consulta pública de la MIA -sometida a consideración de la Semarnat por segunda ocasión luego de que fuera declarada sin efecto- concluirá el 20 de septiembre próximo.

Según la Semarnat el “proyecto hidroeléctrico para la Generación de Energía Eléctrica de la Presa San Antonio, en los municipios de Xochitlán de Vicente Suárez, Zapotitlán de Méndez, Atlequizayan, Zoquiapan y Nauzontla en el estado de Puebla, fue promovido por la empresa Generación Eléctrica San Antonio, S.A. de C.V. y fue registrado con el número de expediente 21PU2017E0058”.

Además, indicó que el expediente puede conocerse en las oficinas de la delegación ubicadas en la colonia La Paz de la ciudad de Puebla para “proponer el establecimiento de medidas de prevención y mitigación adicionales, así como las observaciones que considere pertinentes”, de conformidad con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.

A pesar de que la secretaría denomina al proceso abierto como “consulta pública”, es preciso aclarar que no se trata del procedimiento previsto por el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece los derechos de los pueblos originarios para decidir sobre su territorio y los recursos naturales que hay en él, en este caso en municipios habitados por macehuales y totonakus.

Las observaciones que se hagan a la MIA deberán ser presentadas por escrito a la Semarnat en Puebla o a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental vía correo certificado al domicilio ubicado en Avenida Ejército Nacional, en la colonia Anáhuac, delegación Miguel Hidalgo, Código Postal 11320, en Ciudad de México. 

Las mismas deberán contener el nombre completo de la persona física que la presente o en el supuesto de ser persona moral el nombre de ésta y de su representante, domicilio, y correo electrónico. 

En su MIA, la empresa GESA admitió que la construcción de la hidroeléctrica San Antonio tendrá efectos negativos “dramáticamente evidentes” como la obstrucción del cauce natural de los ríos Zempoala y Ateno y la eliminación permanente de la cubierta forestal de 16.805 hectáreas de terreno, no obstante lo autocalificó como “un proyecto amigable con el entorno natural”.

Asimismo identificó ocho impactos ambientales durante los trabajos para hacer las obras de toma, caminos de acceso, y embalses que durarán 6 años, y en operación y mantenimiento 60 años más como la remoción de la cubierta forestal del sitio de obras permanentes y de la superficie del embalse. Se derribarán árboles. Se afectará el suelo vegetal del sitio. Se realizará el corte del talud para los caminos de acceso, modificando el natural del terreno. Se nivelará el sitio para la instalación del almacén de insumos y residuos peligrosos. Se realizarán los cortes para la construcción de la estructura de cimentación de la obras de toma. Se obstruirá el cauce natural del río durante la construcción de las obras de toma.  Se compactará el suelo de superficie de rodamiento de los caminos de acceso y se embalastrará.  Y cuando empiecen a llenar el embalse y se reducirá el caudal del arroyo aguas abajo de las obras de toma, “pero –según la empresa- se garantizará el gasto ecológico”.

Mientras pobladores han rechazado la construcción de la generadora de energía debido a que consideran que sólo estará al servicio de la industria minera, desintegrará a la comunidad y es una amenaza de muerte para el bosque mesófilo de montaña.

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