Edificio histórico de Huauchinango es dañado por temblor

Huauchinango, Pue.- Fractura de trabes, fisuras y grietas en muros y techo dejó el sismo del pasado 19 de Septiembre en el edificio que alberga a la Escuela Secundaria para Trabajadores J.N. Degollado de Huauchinango, ubicada en la calle Francisco Cravioto en el centro de la ciudad, por lo que aún no se reanudan las labores.

De acuerdo con fuentes extraoficiales, la mayor parte de los daños se registran en los salones de la parte frontal del inmueble donde una trabe está fracturada y hay cuarteaduras en las paredes, mientras que un salón ubicado en la planta alta, techado con asbesto, está fragmentado y presenta goteras.

Las afectaciones, sin embargo, permitirían que las aulas traseras y el resto de la planta alta de este edificio pudieran seguir siendo ocupadas, según las mismas fuentes.

Fue la tarde de este martes cuando por primera vez en 14 días se citó a una reunión a los padres de los alumnos para darles información al respecto, pero se negó el acceso a los medios de comunicación, argumentando que se tratarían asuntos internos y se impidió que se tomaran fotografías de las aulas dañadas.  

En este edificio que, de acuerdo con el maestro Guillermo Garrido Cruz, debería ser considerado parte del patrimonio edificado de Huauchinango, funcionó el antiguo Hospital Hidalgo construido a mediados del siglo XIX para atender las epidemias de cólera morbus, viruela, o del cocoliztli y otras enfermedades que hacían estragos en la población. 

“En un principio contó con seis grandes salas o crujías. Había área para cirugía y curaciones, un patio o asoleadero, sala para oficinas, además de una fuente de piedra que fue incorporada para contar con el vital líquido. Se construyó con piedra, adobe, cal, madera y teja, usados en la mayoría de las construcciones civiles de esos años. Una gran reja de metal se colocó en sus exteriores para proteger las instalaciones. Mientras que su hermosa fachada y el exterior tenían un estilo neoclásico con columnas”, agregó el historiador en un artículo. 

Indicó que en 1912, contaba con 12 camas, un médico, una partera y tres enfermeras, además del velador y personal de intendencia. El hospital funcionaba en esos años con los fondos del legado testamentario de Rafael Cravioto. En 1913, era ya insuficiente para cubrir la gran demanda de enfermos de Huauchinango y zonas aledañas. 

Guillermo Garrido citó que de acuerdo con el entonces director de Obras Públicas municipal, Gabriel Oropeza: “el edificio ya no llena las condiciones que son indispensables en edificios de esta naturaleza: las salas para los enfermos son húmedas, mal iluminadas y peor ventiladas. En la crujía del lado norte se acentúa sobre todo la humedad, porque el solar contiguo tiene su piso más alto que el del Hospital;  [...] ya se ha pensado en construir un nuevo edificio en las afueras de la población, lo que sería muy inconveniente; yo pienso que algún día, cuando ya el hospital ocupe su nuevo local, el edificio actual, convenientemente desinfectado y reformado, se destine al establecimiento de una Escuela de Artes y Oficios que sin duda prestaría muy buenas utilidades”.

Varios años después, señaló, dejó de funcionar el hospital y desde entonces ha sido utilizado para diversos fines: “desde centro de producción de desayunos escolares del antiguo IMPI, hasta telesecundaria, secundaria para trabajadores, bachillerato”. 

No obstante es un inmueble que no ha recibido mantenimiento, pero por su estilo arquitectónico, su historia y los usos que ha proporcionado, a juicio del también lingüista, “debe ser considerado como patrimonio histórico edificado de Huauchinango, debe de restaurarse de acuerdo a su diseño original con techo de teja. Además de darle un uso adecuado para protegerlo”.

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