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Martes, 23 de Abril de 2024

En la cima del volcán celebran a Don Goyo, el Popocatépetl

Antonio Analco, “el tiempero” de Santiago Xalitzintla, reúne desde muy temprano a los habitantes de las comunidades cercanas, quienes dejan sus actividades para llevarle comida, ropa, flores, música y alegría.
Lunes, 12 de Marzo de 2018 16:52

Una oración en náhuatl comenzó el diálogo entre “el tiempero” y Don Goyo, el Popocatépetl. Como cada 12 de marzo, él y decenas de personas llegaron al paraje “El Ombligo” para celebrarle al volcán su santo.

“El Ombligo” es un paraje que se encuentra sobre los glaciares. “Es una roca enorme que simula una mesa y, dice “el tiempero” que él habla con el volcán y que él le dice lo que necesita, ya sea ropa, guaraches, cobijas, y todo eso se le lleva”, detalla Liboria Solano, quien es cronista de San Nicolás de los Ranchos.

Antonio Analco, “el tiempero” de Santiago Xalitzintla, reúne desde muy temprano a los habitantes de las comunidades cercanas a Don Goyo, quienes dejan sus actividades normales para acompañarlo durante el día y llevarle comida, ropa, flores, música y alegría.

Todos caben en la celebración, todos los que se quieran apuntar, entre ellos los mayordomos de Xalitzintla.

Entre comida, vino, brandy, flores y “cuhetes” inicia una oración en náhuatl que es terminada con un Padre Nuestro por “el tiempero”, después se baila una danza, la de los listones. Así empieza la fiesta en el volcán.

“Es una fiesta en grande, están los músicos le cantamos las mañanitas a Don Goyo, se baila un rato, hay una convivencia de hermandad muy bonita. Lo que se le ofrece es una cazuela grande con mole y guajolote, todo debe ser nuevo, llevan unos ramilletes de flores para adornar las cruces y a la más grande es donde se le pone la vestimenta”, explica Liboria.

Cada año el Popocatépetl pide algo distinto, puede ser un pantalón de manta, chamarras, un jorongo y hasta un penacho.

De acuerdo con la cronista, Don Goyo tiene la apariencia de un campesino mayor de edad, que de vez en cuando se deja fotografiar detrás de los grupos que suben a visitarlo los 12 de marzo, a quienes cuida durante su descenso.

“Hace algunos años me tocó ir a un congreso de Sueños y Revelaciones, y en las diapositivas que pasan se ve que en el grupo de gente se integra un anciano que viene hasta atrás, en algún momento se ve un anciano barbado, moreno alto, (con) vestimenta de manta, con un jorongo, guaraches muy desgastados; es la imagen que conocemos aquí en las faldas del volcán”.

Y es que Don Goyo, el Popocatépetl, no tiene aspecto extranjero sino todo lo contrario, concluye.

Fotos: Archivo

GJ

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