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Viernes, 29 de Marzo de 2024

Un PRI sin contrapesos

AMLO ya negocia con líderes sindicales como Elba Erther Gordillo y Napoleón Gómez
Jueves, 24 de Mayo de 2018 16:03

Morena es una mutación genial que convence a un electorado que busca castigar al PRI de votar por el PRI. Este PRI es más fundamentalista y embauca a inocentes al simplemente cambiar de marca y de logo. Pero lo que realmente me preocuparía es que, de ganar Morena (recordemos que eso no ha ocurrido), volvemos a la época hegemónica del PRI, con un Presidente estatista e irrefutable.

Esa Presidencia carecería de contrapesos. Los partidos de oposición estarían seriamente debilitados. AMLO no repetirá el error que hizo Vicente Fox dejando vivo al PRI. Morena se quedaría con su estructura local y regional, y con sectores enteros como el popular y el sindical. El perdón a Napoleón Gómez Urrutia (que de paso congracia a AMLO con la izquierda populista europea de Corbyn, con quien se ha reunido en Tabasco y en Londres) le permite construir puentes que apuntalan su operación de tierra para elecciones subsecuentes. El acercamiento con Elba Esther Gordillo, SNTE y CNTE tiene el mismo fin. AMLO privilegiará ganar gobernabilidad a costa de empeñar el potencial de desarrollo del país.

El PRI podría no ganar una sola gubernatura. Perderán un gran número de escaños en ambas Cámaras y quizá queden en tercer lugar en Sonora y Estado de México.

En esta elección, el financiamiento público de Morena se ha ido a apoyar las aspiraciones presidenciales de AMLO (en muchos casos, los otros candidatos tienen que financiarse sus campañas). Pero si gana la elección se beneficiarán de un nutrido voto inercial en contiendas estatales, locales y legislativas. Muchos que quieren castigar a PRI y PAN votarán por Morena aún sin saber quién es el candidato. En la próxima elección Morena tendrá muchos más puestos a repartir para construir alianzas.

Con el PAN pasa algo similar. La lógica de Anaya al construir el Frente es que éste le permitiría un gobierno de coalición y que entre PAN, PRD y Movimiento Ciudadano tendrían posibilidad de operar la elección en más de la mitad de los estados del país y en las ciudades más pobladas. Pero también potenciaba el costo de una derrota, dado el distanciamiento implícito con diferentes sectores del partido por los espacios que se cedieron en las listas.

De darse una victoria, el PRD confiaba en ver de regreso a muchos militantes de izquierda. Hoy el Frente parece más frágil, y la lealtad de sus tribus más endeble. Una derrota de Anaya desataría una batalla campal con el grupo de "Corderos del PRI" (Gil, Cordero, etcétera) que buscarían retomar las riendas del partido. Seguramente, los Calderón medirán su fuerza, aunque quizá formen su propio partido. El PAN sería la segunda fuerza política, pero también un contrapeso distraído.

Si gana AMLO, Morena tendría mayoría directa en ambas Cámaras, y mayoría calificada para hacer cambios constitucionales en alianza con partidos de izquierda (incluida la del PRI), usualmente sobre-representados en el Legislativo, y sobre-sobre representados por la composición del Frente.

En más de un foro AMLO ha dicho que controlará la Suprema Corte en un par de años. Legalmente, no hay cómo lograrlo sin reformar la Constitución. La otra alternativa que se rumora es la posibilidad de constituir una Asamblea Constitucional y ponerla por encima de la SCJN, reformando la Constitución y convocando a plebiscitos cuyo resultado ya conocemos.

Si hacemos el paralelo con el mandato de los Kirchner en Argentina, gobiernos de este corte alcanzan el clímax de su popularidad un par de años después de tomar el poder. En ese momento, el desembolso de gasto social ya rindió fruto y el costo de una deficiente política económica aún no se siente.

Bienvenidos al PRI de los setenta con un Presidente autoritario y poderoso, sin contrapesos, apuntalado por la cargada y, seguramente, por muchos medios "convencidos"; con apoyo de millones de receptores de nuevas rentas y con un Estado que decide quién invierte dónde.

Ojalá la elección nos sorprenda.

Autor: Jorge Suárez-Vélez

Reforma

 

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