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Jueves, 28 de Marzo de 2024

Teotlalcingo, entre el nepotismo y la crispación ciudadana

Conflictos con vecinos, inseguridad, prepotencia y nepotismo en las autoridades, son el pan de cada día
Miércoles, 10 de Julio de 2019 20:20
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Cecilia Espinoza Galindo

San Felipe Teotlalcingo, Pue.- En medio de enfrentamientos con vecinos, denuncias de prepotencia y nepotismo, Vilulfo Atlixqueño Zavala cumple 10 meses al frente de la administración en San Felipe Teotlalcingo.

Desarman a policías de Teotlalcingo por no contar con licenciaParranda termina en balacera con un muerto en TeotlalcingoLuego de los escándalos que ha venido protagonizando, el alcalde emanado de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sigue generando inconformidad entre los ciudadanos porque él y sus funcionarios han incluido en la nómina a sus familiares.

El alcalde, por ejemplo, tiene en la nómina del Ayuntamiento a su primo, Gerardo Atlixqueño Zavala, quien originalmente ocupó el cargo de Comisario, sin embargo, fue removido al área de Servicios Generales tras dos escándalos.

Le sigue el regidor de Hacienda, Marcos Perea Atlixqueño, que tiene a su sobrino, Marco Antonio Perea, en el área contable.

El Tesorero José Antonio Crespo tiene a su yerno y su sobrino trabajando en el Ayuntamiento, precisamente en el área que encabeza.

Esto, ha generado el malestar entre la población, que demanda mejores servicios y obras a favor de sus comunidades.

Escándalos y zafarranchos.

Tanto el edil como su primo Gerardo Atlixqueño, han protagonizado varios pleitos, algunos de ellos en estado de ebriedad.

El primer incidente ocurrió el 11 de abril, cuando Vilulfo Atlixqueño y Gerardo Atlixqueño golpearon a dos ciudadanos que los increparon por los daños causados al campo de fútbol para la instalación de un circo. Ambos funcionarios viajaban armados y golpearon a los dos hombres.

Un mes después el 22 de mayo, Gerardo Atlixqueño, se lío a golpes con varios sujetos y terminó con varias puntuadas en uno de los dedos de la mano derecha.

El último motivo de inconformidad entre la población, se debe a que el Ayuntamiento no renovó la licencia colectiva de portación de armas para los policías municipales, por lo que los elementos llevan dos semanas desarmados, lo que consideran pone en riesgo su integridad ante alguna situación de peligro que enfrenten.

Foto especial

aj

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