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Miércoles, 24 de Abril de 2024

Festejan 37 años como párroco a sacerdote en Juan Galindo

Pobladores celebraron los 37 años de estar al servicio de Parroquia del Sagrado Corazón en Necaxa.
Lunes, 19 de Agosto de 2019 06:55
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Marco Antonio Licona

Juan Galindo, Pue. – ¡A darle que hay mucho de comer!” Fue la frase con la que el padre Ernesto Hernández Lozano terminó la bendición de los alimentos a la hora del banquete con el que le festejaron sus 50 años de haberse ordenado en el sacerdocio y 37 años de estar al servicio de Parroquia del Sagrado Corazón en Necaxa.

Mayra, de Huauchinango a la NASAJoven embarazada murió a causa del dengue en HuauchinangoEl festejado es oriundo de Chignahuapan, cursó el Seminario de Montezuma en Texas, Estados Unidos y a los 29 años se ordenó como sacerdote.

Antes de llegar a la junta auxiliar de Necaxa, municipio de Juan Galindo, estuvo en el municipio de Huehuetla y más tarde en el Centro de mejoramiento Cruz Azul, localizado en la cabecera municipal de Xicotepec.

Ya en la junta auxiliar de Necaxa se convirtió en “consejero, buen amigo y guía espiritual”, de los feligreses, según lo calificaron centenares de pobladores en el momento del festejo.

El padre Ernesto Hernández es un hombre de 79 años de edad y al que, para festejarle, desde muy temprana hora iniciaron los preparativos en el centro de la comunidad a la que llegó para permanecer por casi cuatro décadas.

Algunos feligreses aseguran que el sacerdote festejado se ha ganado el aprecio de mucha gente “en comunidades como Necaxaltepetl, San Agustín, Telolotla, San Miguel y de manera especial en Xicotepec, más concretamente el movimiento de Cursillos de Cristiandad” por su don de gente.

Aseguraron que ha apoyado incondicionalmente a ese movimiento y da pláticas en los encierros, con mucha experiencia y humor.

Al mediodía de ayer domingo 18 de agosto, se concentraron cientos de católicos en la eucaristía, pero las instalaciones fueron insuficientes y tuvieron que instalar sillas extras en el interior e incluso algunas personas se quedaron en la parte exterior a escuchar misa.

Tras el evento religioso, con una comilona en la que hubo carnitas, arroz, frijoles y otros manjares se cerraron las calles aledañas a la presidencia auxiliar para instalar mesas y sillas para la convivencia.

 

Foto: Marco Antonio Licona

cdch

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