Oliver es un pequeño de ocho años que padece epilepsia. La emergencia por el Covid-19 pone en riesgo su salud debido a que el medicamento que requiere se ha dejado de fabricar en México.
Se han validado 50 mil 309 registros para Crédito Solidario a la Palabra: IMSSFallece Tomás Balcázar, abuelo del Chicharito HernándezRenato Corona, su padre, busca por todos los medios el medicamento Zarontin o Ethosuximide, pues la dosis con la que actualmente cuenta le alcanza sólo hasta el 27 de abril.
“El riesgo es que mi hijo puede convulsionar muy fuerte y llegar a tener repercusiones cerebrales”, comentó a EL UNIVERSAL.
El fármaco se puede encontrar en Estados Unidos, pero debido a su escasez, Renato escribió vía Twitter al embajador de ese país en México, Christopher Landau, para pedirle apoyo y orientación sobre cómo adquirirlo.
Hasta el momento, no ha obtenido respuesta. También buscó comunicarse con funcionarios de la Cancillería, pero no tuvo éxito.
“No quiero donaciones, solamente busco que me ayuden a conseguir el medicamento en Estados Unidos, yo lo pago”, mencionó.
Corona relató que desde hace dos meses los Laboratorios Valdecasas dejaron de fabricar el Ethosuximide.
“No tuvimos una postura oficial de la empresa. Supimos que el problema fue que la materia prima dejó de llegar desde España.
“El laboratorio no nos dijo nada, fue el vendedor quien nos dio la noticia de que no habría más medicamento. Nos cayó de sorpresa”, comentó el hombre.
Desesperado por ver el tiempo correr y el medicamento acabarse, el hombre ha buscado distintas opciones para poder adquirirlo.
“Se nos acaba el tiempo, en México no hay cómo conseguirlo. Si uno quita de tajo la medicina, lo que se puede crear es un shock, un golpe muy fuerte a su sistema.
“Si se quita el fármaco, viene un desajuste grave, puede caer en un estado epiléptico severo y para sacarlo hay que llevarlo a urgencias.
“Si se prolonga el shock, puede generar daño cerebral, por eso nuestra angustia”, relató Corona.
El niño ha estado controlado durante año y medio. Tras un crítico historial médico, se le logró controlar y reducir las convulsiones.
A lo que se ha enfrentado Renato Corona es al ofrecimiento de intermediarios para que le traigan el medicamento desde Estados Unidos, pero con un cobro de 15 mil pesos o más.
“No puedo pagar tanto. Creo que el medicamento me podría salir en 3 mil 500 pesos en Estados Unidos, más el envío a México”, indicó.
Para solventar los gastos del pago de medicinas y consultas del niño, esta familia vende donas.
Renato Corona aseguró que sabe de al menos 20 casos con el mismo padecimiento que su hijo y que, en consecuencia, requieren del mismo medicamento.
Ahora, esta familia solamente espera la ayuda para conseguir el fármaco
El Universal
Foto: Especial
cdch
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