¿Amarillismo? ¡El de Morena!

“Prensa amarilla o prensa amarillista es un tipo de periodismo que presenta noticias con titulares llamativos, escandalosos o exagerados para tratar de aumentar sus ventas, aunque por lo general estas noticias no cuenten con ninguna evidencia (o escasas) y sin una investigación bien definida. Este tipo de prensa sensacionalista incluye titulares de catástrofes y gran número de fotografías con información detallada acerca de accidentes, crímenes, adulterios y enredos políticos. En caso de gráfica o en televisión, se caracteriza por usar música impactante, colores extremadamente saturados, principalmente el rojo y tener su información desorganizada.

El término se originó durante la «batalla periodística» entre el diario New York World, de Joseph Pulitzer, y el New York Journal, de William Randolph Hearst, de 1895 a 1898, y se puede referir específicamente a esa época.”

WIKIPEDIA

“En la casa y la oficina, tenga usted Vitacilina.

¡Ah, qué buena medicina!”

COMERCIAL

Yo tengo una nueva definición: amarillismo es lucrar con los asesinatos ajenos.

Así hace Morena y todo indica así lo intentó Mario Delgado.

Hay 89 políticos asesinados en lo que va de la presente contienda electoral; 35 eran aspirantes y candidatos a puestos de elección popular. Además de secuestrados, amenazados y familiares de ellos también asesinados. Y más de 476 hechos delictivos relacionados a las elecciones ocurridos de septiembre a la fecha (consultora Etellek).

Pero el jueves, cuando un reportero —uno de los de verdad— le preguntó a López Obrador por la violencia y los candidatos asesinados, este respondió:

“La violencia en el marco de la campaña electoral se ha magnificado por los medios de comunicación. Es amarillismo.”

AMLO

Igual de empático que con los muertos de la Línea 12.

Pero no, aunque él así lo considere, 89 políticos muertos no es amarillismo. Como tampoco son los miles de muertos por el crimen, por la violencia de género y los cientos de miles por el Covid. Ninguna muerte es amarillista.

Y ni siquiera es que esto que pasa en el país sea algo que distinga colores. Hay candidatos de la 4T asesinados y amenazados. Hugo Bobadilla Gutiérrez, candidato a diputado local de Morelos por el PT dijo:

“La violencia contra políticos no es amarillismo y es tan real que las balas entraron en mi camioneta”.

HUGO BOBADILLA GUTIÉRREZ, CANDIDATO A DIPUTADO LOCAL DE MORELOS POR EL PT

O como la candidata de Morena, Francisca Baltazar, a la alcaldía Pungabarato, Guerrero, quien prefirió renunciar ante las amenazas de grupos criminales. Eso tampoco es amarillismo.

Desnudan la mentira de Mario Delgado en Tamaulipas

Resulta que, en esta vorágine de violencia, el presidente de Morena compartió en redes sociales que había sido amenazado y encañonado por un grupo de delincuentes en Tamaulipas. Mario Delgado habló de armas largas.

Su mentira fue desnudada; muchos elementos hubo para hacerlo. Entre ellos los videos de las cámaras del C4 del gobierno de Tamaulipas. Fue grabado el momento en que supuestamente fue abordada su camioneta sobre la carretera de Matamoros-Reynosa. Sin olvidar que un grupo de élite de las fuerzas del orden de Tamaulipas también compartieron fotos de la supuesta agresión y solo se confirmó la falsedad de Mario Delgado. No hubo armas largas ni agresores.

El gobernador a su vez aseguró que quienes interceptaron a Delgado en Reynosa, no portaban armas largas, basado en los videos y fotografías, desmintiendo con evidencia lo narrado en su propio video elaborado por el líder nacional de Morena.

Hemos sido testigos de un ruin y lastimoso fraude.

El cual se burla de los muertos y de todos quienes sí han sufrido la violencia en carne propia. Mientras López Obrador dice que hablar de los candidatos asesinados es “amarillismo”, quien en realidad lo practica es Mario Delgado.

Su puesta en escena es un patético montaje. No se sabe si fue para tapar la pésima reunión que tuvo horas antes en Matamoros, donde correligionarios encabezados por la diputada local Leticia Sánchez le acusaron de vender las candidaturas en Morena. O si esto se ideó para culpar al gobierno de Francisco Cabeza de Vaca de una violencia que está fuera de control, pero que —desafortunadamente— sucede en todo el país...

Mientras Delgado montaba su hipocresía, en Chiapas, Cipriano Villanueva Ovando —candidato a primer regidor por el Partido Chiapas Unido en el municipio de Acapetahua— era asesinado. Horas más tarde, en la Ciudad de México, el candidato Israel Amador, candidato a alcalde de Tlalnepantla por Movimiento Ciudadano, fue atacado a balazos.

Así mientras el país se cae a pedazos y los candidatos son asesinados o intentan quitarles la vida, la 4T habla de que la prensa y la ciudadanía somos amarillistas, a la vez que espera que creamos en la falsedad de la presente administración federal.

No es la primera vez que los miembros de Morena recurren a las chapuzas.

Imposible olvidar el atentado de talco en contra de Citlalli Hernández en el Senado. Mas ahora han subido la apuesta, no dándose cuenta de la burla impuesta sobre los que en realidad han sido amenazados o los familiares de los asesinados.

En algo tiene razón López Obrador: no hay vitacilina suficiente para el ardor que da tener un líder tan cínico, tan hipócrita y con cero empatía hacia sus ciudadanos.

Especialmente cuando para él los muertos por política es amarillismo. Cuando los 29 muertos y los 70 heridos de una tragedia no merecen una visita sino únicamente un ¡al carajo! Cuando no puede recibir a las víctimas de la violencia, la extorsión, el secuestro, la desaparición forzada, pero puede continuar con su perorata interminable.

La queja perenne en la mañanera, el culpar al pasado y, ante todo, hacerse pasar como víctimas de un sistema que ellos han creado, alimentado y que hoy dirigen.

El que los muertos existan demuestra que el único amarillismo que se da en nuestro país es el ejercido.

Columna por Por Verónica Malo Guzmán en sdp noticias

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