Este lunes, China confirmó que el globo detectado sobrevolando Latinoamérica es de origen chino, mientras Estados Unidos intentaba recuperar los restos de un artefacto similar abatido el fin de semana en su espacio aéreo.
La decisión de Estados Unidos de derribar una primera sonda detectada sobre su territorio, causó la indignación de China.
Pekín insiste que se trata de un aparato meteorológico que se desvió de su curso.
Washington reaccionó cancelando un viaje a China del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken después de la detección del primer globo que sobrevoló territorio estadounidense.
Pekín reconoció, este lunes, que el segundo globo que fue detectado el fin de semana sobre Latinoamérica, también es chino.
El objeto tiene fines civiles y es utilizado para una prueba de vuelo, explicó el Ministerio chino de Relaciones Exteriores.
Mao Ning, portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, indicó que a consecuencia de "las fuerzas meteorológicas y de su maniobrabilidad limitada, el dirigible se desvió seriamente de su ruta programada" y entró "accidentalmente en el espacio aéreo de Latinoamérica y el Caribe".
"China es un país responsable y siempre ha respetado estrictamente el Derecho internacional", añadió.
"Nos hemos comunicado con las partes relevantes y estamos manejando la cuestión de forma adecuada, y no causaremos ninguna amenaza a ningún país", continuó.
El Pentágono había alertado que un segundo supuesto globo espía de China había sido detectado sobrevolando Latinoamérica, tres días después China realiza esta declaración.
La fuerza aérea colombiana indicó que "un objeto" con "características similares a las de un globo" había sido detectado y monitoreado "hasta que abandonó el espacio aéreo".
El Departamento de Defensa estadounidense no proporcionó detalles sobre la ubicación del artefacto identificado sobre Latinoamérica, ni hacia dónde se dirigía.
La aviación estadounidense derribó el sábado con un misil el primer globo chino frente a las costas de Carolina del Sur, en el sureste del país.
Las autoridades del Pentágono lo describieron como un "globo de vigilancia de gran altitud" y Estados Unidos afirmó que tomó los pasos necesarios para impedir que recoja información sensible.
Pekín acusó a Estados Unidos de haber "sobreactuado" mediante el uso de la fuerza y dijo que "se reserva el derecho" de tomar represalias y afirma que el dispositivo tiene fines civiles.
En Estados Unidos, la oposición republicana criticó al presidente Joe Biden por no haber tenido una respuesta más firme y rápida.
Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado, defendió la actuación del gobierno, ya que afirmó que permite "maximizar la recolección de información".
El Senado va a recibir un informe clasificado el 15 de febrero, informó Schumer.
La cadena ABC preguntó al exjefe del Estado Mayor estadounidense, Mike Mullen, si personas del ejército chino podrían haber querido desbaratar la visita de Blinken,
a lo que respondió: "Claramente, creo que es el caso".
También desacreditó la versión de que el globo se desvió de su curso y dijo "No fue un accidente, fue deliberado".
La visita de Blinken hubiera sido la primera de un jefe de la diplomacia estadounidense a China desde la gira de Mike Pompeo en 2018.
Desde la cancelación del viaje de Blinken y el derribo del primer aparato, China dejó el tono conciliatorio que había adoptado en un primer momento para expresarse con mayor indignación.
La decisión de Washington de derribar el globo "es una forma de Estados Unidos de mostrar su poderío militar". opina Li Yize, de 23 años.
Un anciano que se identificó como Xu afirmó que "China es muy magnánima". "Los aviones militares estadounidenses de reconocimiento pasan a menudo sobre las costas chinas" dijo y agregó compartiendo :"Pero China es tolerante, no le da gran importancia".
Foto: Noticias RCN
LSM
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