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Viernes, 26 de Abril de 2024

El regreso de Rogelio Flores: de cónsul a cadenero

22 Febrero, 2017

Rogelio Flores es quizá el miembro más destacado del yunque en Atlixco, si no es que el único, ya que la fiebre del morenovallismo prácticamente dejó en condición de paria a todo aquel que no se sujetó a sus acuerdos e imposiciones.

Desde la llegada de Antonio Gali a Casa Puebla el panorama para los miembros del ala más purista del PAN se hizo apenas un poco menos hostil. Por aquí y por allá algunos yunquistas comienzan a salir de sus cuevas con la esperanza de retomar el control de su partido con ayuda de Eduardo Rivera y Margarita Zavala.

Tal es el caso del ex diputado federal atlixquense que alcanzó el pináculo de su carrera política durante el sexenio de Felipe Calderón, quien lo nombró cónsul de México en la ciudad de Oxnard, California.

Desde esta posición privilegiada, el politólogo, maestro en Derecho y catedrático de UPAEP intentó construir su candidatura a la presidencia municipal, un sueño que se le escapó de las manos por segunda vez cuando Rafael Moreno Valle ordenó revivir al rubicundo José Luis para tener bajo su control a un municipio donde pretendía (y lo hizo) echar a andar negocios familiares y de algunos socios y amigos, principalmente en el sector hotelero e inmobiliario.

Una vez planteado el currículum de este ilustre personaje, resultó indigno verlo fungir como cadenero durante el tercer informe de gobierno.

Así es. Rogelio Flores, que supuestamente se integró al ayuntamiento como asesor político del presidente, no mereció siquiera una silla con su nombre entre los invitados especiales al evento.

Desapercibido para la mayoría, se la pasó jalando cables, acomodando gente, probando los micrófonos y hasta recibiendo quejas de algunos no tan ilustres invitados. Pocos fueron los panistas que se acercaron a él para saludarlo y cruzar el típico: “¿Qué milagro?, ¿Cómo ha estado?”

Decir en este punto que Rogelio trama un nuevo intento por conseguir una candidatura en 2018 sería irrisorio, aunque sí llamó la atención la visible cercanía con un personaje nebuloso también de reciente ingreso en la política local: el empresario Jesús Luévano Escalona.

Sobre las apariciones de este empresario se sabe poco a ciencia cierta, salvo que una de sus empresas fue la encargada de colocar plafón y tablaroca al recinto ferial. La rumorología de algunos periodistas afines a él intenta colocarlo como candidato a la presidencia en 2018, sin decir por cuál partido, pero su largo historial de corruptelas en Tlaxcala hacen improbable este escenario.

Para saber cuál es la conexión que une a estos dos personajes habrá que esperar a que el tiempo revele sus verdaderas intenciones. Estaremos al pendiente.

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