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Viernes, 29 de Marzo de 2024

Entre la autodeportación y la guerra

25 Febrero, 2017
Érika Nieto
La estrategia de generar pánico entre las comunidades migrantes, sobre todo de mexicanos, en territorio de Estados Unidos, por parte de la casi recién nacida administración Trump, está dando los resultados esperados.
 
Además de los indocumentados que están enfrentando diariamente el terror de las redadas y las deportaciones, ahora también empiezan a enfrentar un miedo diferente, el de la posibilidad de una próxima guerra.
 
Creo que todos sabemos en mayor o menor medida el potencial militar que caracteriza a Estados Unidos, sin embargo, aquellos migrantes que ya radicaban en la Unión Americana durante los ataques terroristas del 2001 en las Torres Gemelas de Manhattan y en el Pentágono en Washington tienen aún viva la memoria del terror que genera estar en guerra, sin embargo, algunos paisanos y sus familias piensan que con las acciones en el primer mes de gobierno de Donald Trump el riesgo puede ser mayor, así que ya planean su regreso a México.
 
Sobre todo luego de que la semana pasada durante un evento, Donald Trump prometió a los asistentes reposicionar al país en el poderío militar que merece, al igual que aseguró que Estados Unidos debe ser, en sus propias palabras el “líder de la manada” en cuanto a capacidad nuclear se refiere.
 
Y es que las constantes declaraciones que el mandatario norteamericano hace en contra de diferentes países, sobre todo en contra del Estado Islámico, Corea del Norte o de Alemania está provocando miedo no solo entre las decenas de familias oriundas del país y que están emigrando hacia Canadá, sino entre los paisanos mexicanos, que están poniendo en la balanza arriesgar a sus familias a nuevas escenas de terror, sumado a la persecución racial o mejor regresar a México y reiniciar su vida en su propio país.
 
Los planes del Presidente de Estados Unidos contemplan la deportación en total de 11 millones de migrantes, y aunque la cifra poco a poco va avanzando, tan solo en el mes de enero el Instituto Nacional de Migración reportó a 13 mil repatriados, las cantidades pueden ser alimentadas por la autodeportación que ya nace en la mente de familias de migrantes aún con más de 10 años de radicar en ese país y sin importar que tengan hijos nacidos con la ciudadanía norteamericana.
 
Ya no es el ataque a las ciudades santuario, ya tampoco el riesgo que corren los dreamers, o los paisanos en sus diferentes áreas de trabajo, los mexicanos que viven en la Unión Americana no quieren arriesgarse en que de un momento a otro ese país sea blanco de un nuevo ataque terrorista y mucho menos del inicio de la tan temida guerra con otro país tan solo por las malas decisiones, ellos consideran, que Donald Trump está tomando en materia de política internacional.
 
A pesar de que México también ha sido amenazada por el Presidente Trump, los paisanos ven en su país ese cobijo que necesitan para mantener la calma y suponen que México está muy lejos de entrar en guerra con algún país pues no es de naturaleza bélica a comparación del vecino país del norte.
 
Es cierto, los que tienen miedo a la guerra y prefieren autodeportarse no son todos, apenas empieza a generarse esa idea, muchos otros aún están en la lucha y la resistencia de permanecer en tierras americanas, por ello insisten en que están ahí para quedarse. Sólo el tiempo lo dirá.
 
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