*
Jueves, 28 de Marzo de 2024

Cuando los enemigos se abrazan: una historia al interior del PRI

27 Febrero, 2017

Rocío García Olmedo y el ex presidente municipal Miguel Ángel Ordóñez son dueños de una historia de odio y amor que lleva décadas escribiéndose al interior del Revolucionario Institucional.

Ambos han sido piezas clave de su partido y de la política regional en algún momento de sus vidas.

Rocío ha ejercido su poder e influencia desde el congreso local y federal en varias ocasiones. Hoy lo hace con la misma contundencia desde el comité estatal del tricolor.

Miguel optó por el bajo perfil después de aquellos lejanos años (todavía de cacicazgo) cuando los azares del destino lo llevaron a presidir el ayuntamiento de Atlixco, aunque su influencia entre los líderes locales creció gracias a su habilidad negociadora. Hoy su voz es la que representa al todavía decisivo voto de los seniles dinosaurios al interior del PRI.

Los encuentros y desencuentros de estos personajes son parte de un jocoso anecdotario para los militantes priistas. Las asambleas políticas, los cambios de comités, la designación de candidaturas y en general cualquier evento en el que coinciden es visto con cierta expectativa por los conocedores de su historia.

Para la feminista ex diputada, el expresidente siempre ha sido un misógino de closet que en no pocas ocasiones la ha puesto contra la pared, no solo en las negociaciones políticas sino también dentro de su característica estratagema lingüística que le provocan incontrolables rubores.

Para el ex alcalde, la hoy Secretaria General de su partido es la maestra del doble juego y el engaño, opinión que le ha dejado saber sin pudor alguno incluso en eventos públicos, como en la reciente visita de Estefan Chidiac a la CROM, donde antes de darse el saludo le advirtió: “A mí sin beso de Judas, Rocío”.

En este contexto aparece Antorcha Campesina que, en su intento por colocar a Hersilia Córdova como candidata presidencial en 2018, busca una posición al interior del nuevo comité municipal.

Rocío y Miguel se miran.

Saben que sin un acuerdo entre ellos el Antorchismo devorará al PRI de Atlixco para siempre.

No hay futuro para ninguno de los dos en una derrota de estas proporciones.

La amenaza en común los une y los hace fuertes, de tal suerte que con su abrazo reconciliatorio la unidad del PRI está sellada por primera vez en más de 20 años. Una unidad que no solo cierra el paso al antorchismo, sino que devuelve la posibilidad al PRI de postular candidatos propios y competitivos para 2018.

Durante su autoproclamación como candidata, Hersilia citó una frase de su hermano y líder Aquiles Córdova que dice: “Para que haya adobo de liebre, tiene que existir primero la liebre”.

Al parecer el mensaje fue escuchado por los dos enemigos que acaban de firmar la tregua, porque para que existan candidatos, tiene que existir primero un partido fuerte que los postule. 

Vistas: 4502