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Jueves, 28 de Marzo de 2024

Universidades incapaces ante deportados

10 Marzo, 2017
Érika Nieto

Los mexicanos sabemos que como país y como estados se tienen múltiples problemas en materia educativa, cada año son miles los jóvenes aspirantes a espacios universitarios los que se ven obligados a inscribirse a universidades mejor conocidas como “patito” o a elegir una carrera diferente por falta de espacios.

Esos problemas están aumentando gradualmente en varios estados del país con el regreso, a goteo, de niños y jóvenes en edad escolar, incluyendo la universitaria sin que México cuente con la infraestructura, planeación, atención y presupuesto necesarios para enfrentar esta demanda educativa, ya ni hablar de la laboral.

Y aunque estos conflictos se observan más claramente en temporada de exámenes de admisión de las universidades y demás instituciones, es decir, cada año, lo cierto es que las acciones antiinmigrantes del actual Presidente de Estados Unidos, Donald Trump que incluyen a los miles de estudiantes indocumentados que conforman el grupo denominado “Dreamers” por ser todos aquellos menores que llegaron pequeños a territorio norteamericano, empezaron a estudiar y no han logrado obtener una residencia permanente, pusieron en evidencia al gobierno mexicano y a las instituciones educativas de educación superior sobre la incapacidad que tienen para atender la problemática.

Hasta ahora solo han sido dos o tres casos de “dreamers” los que están en riesgo de ser deportados de la Unión Americana pero las acciones del gobierno norteamericano mantienen en vilo a todos estos grupos de indocumentados.

Por lo pronto, en nuestro país, las contradicciones y las versiones encontradas empiezan a salir a flote, por un lado autoridades universitarias de la UNAM, del Politécnico y de algunas universidades estatales como la Benito Juárez de Oaxaca, así como la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, la ANUIES, por sus siglas, ya aclararon que no tienen el presupuesto suficiente ni los espacios en aulas para atender a los jóvenes en edad universitaria que sean deportados de ese país.

Por el otro lado, la SEP federal y la Secretaría de Hacienda, aseguran que el presupuesto si existe y que la capacidad de cobijar y atender a estos jóvenes también.

Lamentablemente ninguna autoridad mexicana, ni ninguna institución, tienen visionado el tamaño de la problemática que representa el regreso, a fuerza, de miles, de millones de mexicanos que viven como indocumentados en territorio norteamericano. Lo peor es, que las medidas tomadas hasta el momento no son una real solución, como el caso de los mil millones de pesos repartidos entre los Consulados mexicanos en Estados Unidos con el fin de mejorar la atención a los paisanos.

Pareciera que desde que Donald Trump inició con sus amenazas en contra de México y los mexicanos en su campaña electoral, las autoridades de todos los niveles en nuestro país están usando como pretexto a los paisanos para viajar a Estados Unidos a realizar visitas o congresos que no tienen un beneficio concreto para nuestros connacionales. En lugar de tomar verdadera conciencia al respecto.

Los propios migrantes expresan que solo son usados como bandera política o electoral y no como la consecuencia de una problemática real y profunda que en México no se oye, no se ve y mucho menos se siente.

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