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Viernes, 29 de Marzo de 2024

Navidad a distancia

20 Diciembre, 2017
Érika Nieto

Complicados los tiempos navideños y de recibir el nuevo año para miles y miles de paisanos migrantes que radican sin documentos en Estados Unidos ya que un amplio porcentaje está lejos de su familia, lejos de su tierra, lejos de sus tradiciones.

Para algunos será un consuelo temporal reunirse con otros indocumentados y recordar algunas de sus tradiciones cocinando pozole, tamales, buñuelos, ponche y rompiendo la tradicional piñata al lado de otros connacionales, pero lejos de casa.

Para nuestros paisanos es precisamente la llegada de la navidad cuando pesan más los años trascurridos lejos de los hijos, de los padres, de la esposa, de su tierra. 

Cuando las fotos y videos compartidos en redes sociales son prueba contundente de los momentos perdidos al lado de sus seres queridos, de las primeras palabras no escuchadas, de los triunfos no compartidos con un abrazo, de las enfermedades no veladas al lado de la cama de su familiar.

Más afortunados resultan los paisanos que antes y después de la llegada del multimillonario Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos hicieron su aplicación para lograr la residencia permanente y les fue otorgada por la autoridad norteamericana luego de cumplir con todos los requisitos, porque en estas fiestas tienen la oportunidad de regresar al lado de los suyos y de retomar el siguiente año su actividad laboral en el vecino país del norte sin correr tantos riesgos, ni gastar tanto dinero.

Y es que, nunca había sido tan difícil como ahora regresar a casa y ahorrar para pagar nuevamente el pollero para retomar actividades laborales en enero o febrero, todo con tal de estar abrazado por la familia en esta temporada llena de frio, de nostalgia y de soledad. 

El trabajo de los agentes migratorios está al 100% en todo el entorno fronterizo ante las exigencias del mandatario norteamericano, lo que hace mucho más peligroso el cruce como indocumentado, así que no solo pueden perder su libertad, sino su vida.

Para quienes recientemente cruzaron, serán fechas aún más complicadas pues apenas están conociendo el territorio, están buscando trabajo cuyo pago cubra sus necesidades básicas como el alimento, así como la renta de un lugar para pasar sus noches. 

Los días de navidad y año nuevo serán de soledad, de frio y de tener mucha paciencia para mantenerse en la búsqueda del sueño americano, pues muchos de ellos pasarán las fechas en un albergue con comida caliente o en la calle buscando un rincón donde mantenerse sin ser detectado por la autoridad o ser víctima del algún delito.

La navidad a distancia de los migrantes no es sencilla, pero es la única forma de seguir enviando dinero a su familia en México y de ellos encontrar la forma de superarse, aunque sea en un país que no es el suyo.

Gracias infinitas a todos los lectores de este espacio. Nos leemos, si Dios lo permite, en enero próximo. Felices fiestas, bendiciones y un año 2018 lleno de paz para todos. 

Comentarios vía twitter: @erinife

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