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Jueves, 28 de Marzo de 2024

Los migrantes en la política

2 Febrero, 2018
Érika Nieto

Durante la temporada electoral en Estados Unidos cada día es más común encontrarse con aspirantes o candidatos que son de origen latino y que llegaron a territorio norteamericano como migrantes, pero que al pasar de su vida lograron la ciudadanía y hoy tienen la oportunidad de ser votados para algún puesto de elección popular o ya forman parte de partidos políticos como el Demócrata, principalmente.

Los latinos o mexicanos ocupan estos puestos, en su mayoría, para promover políticas públicas a favor de la comunidad migrante y para unirse constantemente a movimientos activistas que buscan beneficios a las familias de este sector.

Lamentablemente, en México, el interés por la política por parte de migrantes que vivieron en Estados Unidos pero que mantienen un interés permanente en el desarrollo de su comunidad, no es el mismo.

Para la mayoría de los paisanos migrantes la política no es un camino fértil para conseguir apoyos a sus pueblos, sus municipios.

De ahí que sean contadas las candidaturas de ciudadanos que conocen a la perfección el fenómeno migrante y tengan a la mano la lista de las principales necesidades de las comunidades expulsoras de mano de obra indocumentada al vecino país del norte.

Experiencia necesaria para que al llegar a la función pública promuevan los programas y las políticas que urgen para atender a los miles de migrantes que trabajan en Estados Unidos, para los que van y vienen y que enfrentan las condiciones de inseguridad en su retorno, pero sobre todo para sus familiares que permanecen en México y que viven a flor de piel la situación socio-económica de nuestro país.

Para el próximo proceso electoral que vivirán Puebla y México en los próximos meses, son contados los migrantes que buscarán una posición política, ojalá la participación crezca, porque entonces crecerán las voces que pidan mejoras a su gente, a sus comunidades.

Incierto futuro para migrantes con Trump

Durante su primer discurso en lo que allá se conoce como el Estado de la Unión, que es básicamente el informe de labores anual del Presidente, Donald Trump no desperdició el espacio ante el Congreso para dejar mal la imagen de los migrantes indocumentados y equiparó a un migrante que está acusado por el delito de asesinato a una ciudadana americana por llegar niño a Estados Unidos de forma ilegal  después convertirse en un delincuente. Así, de la misma forma en que llegaron a ese territorio los jóvenes conocidos como “dreamers”.

Y aunque delineó en uno de sus pilares del plan migratorio encontrar el camino para ciudadanizar a 1.8 millones de indocumentados siempre y cuando califiquen positivamente en áreas de trabajo y estudio, también insistió en que terminará con la migración en cadena que favorece a familiares lejanos de los indocumentados.

Así que solo hay algo seguro en esta administración, la situación para los migrantes indocumentados será complicada con los múltiples operativos de migración tanto para encontrar trabajo, en la frontera y sin duda en las calles. El reclamo de decenas de organizaciones promigrantes es que los indocumentados están siendo obligados a regresar a las sombras, a esconderse de tal forma que pongan aún más en peligro su vida y eso, es lo verdaderamente preocupante.

Comentarios vía twitter: @erinife

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