El nombramiento de Claudia Rivera Vivanco como candidata de Morena a la presidencia municipal de Puebla fue una decisión cupular; no resultado de una encuesta de conocimiento e intención de voto.
Su designación parece tener el propósito de congraciarse con la militancia de Morena, que ha quedado al margen en Puebla de las principales candidaturas a cargos de elección popular.
Veamos:
La candidatura a la gubernatura quedó en manos de un ex perredista —Luis Miguel Barbosa Huerta— y las candidaturas al Senado se entregaron a dos ex priístas: Alejandro Armenta Mier y Nancy de la Sierra Arámburo. Lo mismo sucede con la mayoría de las candidaturas a diputados locales y federales.
La verdadera encuesta de Morena favoreció a la ex panista y ex candidata independiente a la gubernatura, Ana Teresa Aranda Orozco, por un amplísimo margen respecto a las demás aspirantes de Morena a la presidencia municipal de Puebla, pero ésta no aceptó la nominación por sus diferencias ideológicas con este partido y su fundador Andrés Manuel López Obrador.
Claudia Rivera Vivanco, consejera y secretaria de Diversidad Sexual en la dirigencia estatal de Morena, está lejos de ser una figura conocida y reconocida fuera de este partido.
Su aspiración fue respaldada desde el comienzo por el presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Gabriel Biestro Medinilla.
El nombramiento de Claudia Rivera Vivanco deja la impresión que los dirigentes y militantes de Morena están demasiado confiados en que la ola electoral de Andrés Manuel López Obrador pueda salpicarlos a todos.
Ese exceso de confianza podría costarles caro si al final de la contienda el proceso electoral se cerrara entre López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, de la coalición Por México al Frente, y los gobernadores del PRI y el PAN optarán por inclinar la balanza a favor del segundo.
En ese escenario seguramente López Obrador lamentará no haberse preocupado por postular a candidatos que le sumaran sufragios, y no que sólo se colgaran en su nombre y su partido para ganar elecciones, como en el caso de Claudia Rivera Vivanco.
EN CORTO
El presidente municipal priísta de Huejotzingo, Carlos Alberto Morales Álvarez, está siendo presionado —y en serio— por algunos operadores morenovallistas para que decline la candidatura de Morena a diputado federal por el distrito 5 con cabecera en San Martín Texmelucan y mejor acepte la nominación que le propone la coalición Por Puebla al Frente —integrada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano (MC) y los partidos estatales Compromiso por Puebla (CPP) y Pacto Social de Integración— a una diputación local.
¿Qué partido o coalición finalmente lo postulará?
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Como se lo había anticipado, Víctor Díaz Palacios rechazó ser el coordinador general de campaña del candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Guillermo Deloya Cobián.
Díaz Palacios renunciará al PRI para ser postulado por otro partido o coalición a un cargo de elección popular en los comicios de este año.
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Por cierto. Algunos operadores de Guillermo Deloya se preguntan si ante las versiones de que Enrique Ochoa Reza dejará en cualquier momento la presidencia del CEN del PRI, en Puebla también ocurrirá lo mismo con Jorge Estefan Chidiac al frente del Comité Directivo Estatal.
Y es que aseguran que Estefan Chidiac no ha sido precisamente un aliado del abanderado priísta a la alcaldía capitalina, sino el principal orquestador del fuego amigo en contra de Guillermo Deloya.
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Una prueba irrefutable del mal sabor que dejó, aún entre sus aliados, la gestión del ex gobernador Rafael Moreno Valle son las candidaturas de Morena a diputados federales.
De otra forma no se explica cómo algunos de los que fueron sus candidatos y operadores políticos hoy son abanderados de la coalición que busca terminar con la dinastía morenovallista representada por su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo.
Los casos más representativos son los de Guillermo Aréchiga Santamaría, Héctor Alonso Granados y Héctor Jiménez y Meneses que buscan una curul abanderando a Morena en los distritos 9 y 12 de Puebla, y en el 13 de Atlixco, respectivamente.
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Este domingo falleció el profesor Miguel Ángel Javier Ojeda Sosa, cuyos restos se velan en Valle de Los Ángeles. El extinto profesor y ex dirigente sindical fue fundador y director de la escuela de turismo y gastronomía Rafael Cañedo. Descanse en paz.
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