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Sábado, 20 de Abril de 2024

Los problemas con el muro de Trump

2 Marzo, 2018
Érika Nieto

Será en los próximos días cuando el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, viaje al Demócrata estado de California, donde además se protege por ley a los migrantes indocumentados, para conocer los 8 prototipos del muro que las diferentes empresas participantes ya construyeron en la ciudad de San Diego, como él lo ordenó. Acudirá para elegir al que le parece más eficiente pero también, el más “hermoso”.

Es posible que el evento sea además de polémico, también una oportunidad más para que el mandatario norteamericano agreda verbalmente a los mexicanos, sobre todo a los paisanos migrantes que diariamente cruzan legal o ilegalmente esa frontera.

Y es que la insistencia sobre la construcción de un nuevo muro sobre la frontera entre nuestro país y la Unión Americana ha generado problemas no sólo diplomáticos entre ambos presidentes, como el último que protagonizaron los mandatarios en una llamada telefónica previa a la que sería una próxima reunión en Washington y que tuvo que ser cancelada cuando el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, aclaró a Donald Trump que nuestro país no pagará por el muro.

Se dice que la tensión fue tal que la llamada telefónica no terminó muy bien que digamos.

Sino que también se dice que ya provocó que  la Embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson presentara su renuncia al cargo y que anunciara en redes sociales que a partir del mes de mayo próximo otro funcionario, nombrado, ahora sí por la administración Republicana, ocupará su lugar.

Recordemos que a Roberta Jacobson la nombró el Demócrata Barack Obama en 2015 y al llegar Trump al poder su reasignación fue tardada pero al final confirmada.

Expropiar tierras, el mayor obstáculo

Pero el mayor problema para construir el muro, Trump lo tiene al interior de su mismo país y posiblemente en comunidades de origen republicano, que votaron por él pero que hoy no están dispuestos a ceder sus tierras ubicadas a lo largo de la frontera.

Y es que cientos de kilómetros de territorio pertenecen principalmente a propietarios de Texas que ya en ocasiones anteriores se han amparado en contra de la construcción de otros proyectos de vallas fronterizas menos costosos y de menor magnitud que la que proyecta ahora el gobierno de Trump.

Y es que un porcentaje importante de funcionarios, congresistas, incluso alcaldes y hasta expertos en el tema migratorio están en contra de la construcción de un nuevo muro por considerarlo un gasto inútil que no evitará la migración ilegal a ese país, sobre todo cuando las cifras insisten en que, por lo menos el 60 por ciento de los indocumentados en Estados Unidos llegó vía legal con visa y entró por los aeropuertos nacionales pero que al término de su permiso decidió quedarse en el país.

Así que dicen los expertos, lo mejor sería invertir esos 20 millones de dólares en tecnología de detección que mejore y apoye el trabajo de la patrulla fronteriza a la que por cierto, se le sumarán 10 mil nuevos agentes en cuanto llegue el presupuesto aprobado.

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