Paola Migoya será candidata a la alcaldía, no a la gubernatura
Una pregunta recurrente en Puebla es quién va a ganar las elecciones. Dicha interrogante revela a mi entender tres cuestiones:
La apuesta de Martha Erika Alonso y su marido, el ex gobernador Rafael Moreno Valle, está en el diseño de la coalición que la impulsa, Por Puebla al Frente, según el cual todos los partidos que la apoyan le sumarán votos, independientemente de que en la esfera municipal compitan entre sí.
El titubeo no es gratuito. En Puebla, Morena se percibe como un partido carente de cuadros y perfiles competitivos, por lo que ha tenido que echar mano de figuras externas o de candidatos propios que poco o nada abonan a la campaña de López Obrador. El caso más ilustrativo es el de Claudia Rivera Vivanco, quien este sábado fue nombrada candidata a la alcaldía poblana, pese a su escaso conocimiento y relevancia en el ámbito municipal.
Los dirigentes locales de Morena y el propio Miguel Barbosa parecen demasiado confiados en el posicionamiento que hoy tiene López Obrador, creyendo que con cualquiera ganan las presidencias municipales y diputaciones locales y federales.
El futuro del PRI poblano y su candidato a la gubernatura es el más titubeante. Depende de lo que haga o deje de hacer su abanderado presidencial. Si José Antonio Meade repunta, seguramente Doger lo hará, pero ello no le garantiza ninguna posibilidad de triunfo, a menos que Martha Erika Alonso se desplomara y los morenovallistas optaran por apoyarlo antes que permitir la victoria de Miguel Barbosa.
La incertidumbre es, pues, el factor dominante en estos comicios que, sin duda, marcarán un antes y un después en el ámbito local por varias razones.
Aquí algunas:
Por primera vez en la historia política de Puebla, la entidad podría ser gobernada por una mujer: Martha Erika Alonso. O por un político emanado de un partido de izquierda: Luis Miguel Barbosa.
Porque el bipartidismo PRI-PAN que ha caracterizado las contiendas electorales de las últimas tres décadas podría dar paso a un tripartidismo o pluripartidismo en el Congreso local y los 217 municipios de la entidad.
Porque el grupo político dominante, el morenovallismo o el morenogalismo, podría consolidarse o pasar a forma del anecdotario de la clase política poblana.
Porque cualquiera que sea el resultado de los comicios, habrá una renovación de la clase política local. El Congreso, los ayuntamientos y las dependencias del Poder Ejecutivo se llenarán de caras nuevas.
EN CORTO
Paola Migoya Velázquez, quien participó en la contienda interna de Morena por la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, sí está en tratos con los dirigentes del Partido Verde Ecologista de México, pero no para ser nominada como abanderada a la gubernatura.
Se le está valorando y con amplísimas posibilidades para contender por la alcaldía de la capital.
Los dirigentes del PVEM, que ya dijeron que no irán con Enrique Doger Guerrero como candidato común a la gubernatura, están explorando otros perfiles, entre ellos el de un ex dirigente empresarial.
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