Puebla capital, el talón de Aquiles de Martha Erika y su esposo

Isabel Merlo y Adela Cerezo llegan al PRI y la CNC de Puebla

El talón de Aquiles en la estrategia morenovallista para retener la gubernatura de Puebla podría ser la capital del estado, que concentra un tercio de la votación del estado.

Rafael Moreno Valle y sus operadores están convencidos que en la medida que todos los partidos que apoyan la candidatura de su esposa le sumen votos, aún quitándoselos al PAN, ella ganará la gubernatura.

Tal situación no tiene nada contentos a los dirigentes nacionales del PAN, y menos al abanderado de este partido a la presidencia municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, cuyos operadores han comenzado a presionarlo para que actúe y denuncie esta burda maniobra.

El ala radical de este grupo le ha dicho que si Moreno Valle está operando para restarle sufragios con otros candidatos y partidos que son aliados de Martha Erika Alonso en la candidatura al gobierno del estado, pero no suyos en el municipio de Puebla, él también debería pugnar por el voto cruzado o diferenciado.

Es decir acercarse a los miembros del PAN que han sido excluidos o marginados de la dirigencia y las candidaturas, por incluso militantes de otros partidos, y pedirles que voten por él para la alcaldía y por otro partido o candidato a la gubernatura.

Y repetir esa acción con grupos de Morena, el PRI, el Panal y otros institutos que habían ofrecido nominarlo al gobierno o la presidencia municipal, proponiéndoles un voto cruzado.

 

Para ningún observador político pasa desapercibido el hecho de que el ex gobernador Rafael Moreno Valle no está enviando a las mejores cartas del PAN para ganar los distritos locales y federales con cabecera en la capital.

Con excepción de Jorge Aguilar Chedraui en el distrito nueve, el resto de los candidatos a diputados federales de la coalición PAN-PRD-MC están para llorar.

En el distrito 6, la regidora Guadalupe Arrubarrena García no se ve cómo pueda ganarle a la antorchista Soraya Córdova Morán.

Tampoco cómo Roberto Ruiz Esparza, quien traicionó al PAN para irse al Panal y ahora está de regreso en las filas del blanquiazul, pueda ganar el distrito más panista de la capital, el 11, ante Emilio Maurer Espinosa de Morena o ante el priísta marinista Ramón Fernández Solana.

Y menos cómo una perredista que fue severa crítica de las coaliciones de su partido con el PAN y Moreno Valle, pueda ganar el distrito 12 a Fernando Manzanilla Prieto, de Morena, el PT y el PES, o la regidora priísta Karina Romero Alcalá, hija de la ex senadora y ex candidata a la gubernatura de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz.

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Este jueves se darán los primeros dos cambios en la estructura del Comité Directivo Estatal del PRI.

Rocío García Olmedo dejará la Secretaría General y en su lugar llegará Isabel Merlo Talavera, quien ha sido presidenta municipal de Huaquechula, diputada local y diputada federal y delegada del gobierno de la República en la Procuraduría Agraria.

Otra que también se irá será la diputada local Maritza Marín Marcelo, quien dejará la dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos. Será sustituida por una experimentada operadora política y electoral Adela Cerezo Bautista, con una larga trayectoria en el servicio público, la CNC y el PRI.

Ambos nombramientos fueron plenamente avalados por el candidato de este partido a la gubernatura de Puebla, Enrique Doger Guerrero.

 

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