Hersilia fracasa en “operación cicatriz” e impone mordaza a medios locales

El pasado 15 de marzo la tan anunciada “operación cicatriz” falló al interior del PRI en Atlixco.

Hersilia Córdova, candidata a la presidencia municipal, prometió en una bochornosa entrevista con Herman Corzo para STV que el partido tricolor iba a salir unido a dar la batalla en la elección del 1 de julio.

“Denme el beneficio de la duda”, fueron sus exactas palabras.

Resulta que el intento por unificar al partido que ella misma destazó fracasó monumentalmente, y no sólo eso, sino que reavivó los odios del Grupo San Mateo al ofrecer (por debajo del agua) una regiduría a Miguel Ángel Ordóñez Ramírez.

El resultado no pudo ser más desastroso: priistas llamando a no votar por el PRI mediante una rueda de prensa en pleno zócalo de la ciudad.

Pero volvamos a la incómoda entrevista que protagonizó en el programa “Punto de Opinión”.

Incómoda para el periodista que fue coartado por la producción de la televisora local para darle la vuelta a los temas que incomodan a la lideresa antorchista.

Incómoda al extremo de transformar la entrevista en un aburridísimo monólogo de la maestra Córdova Morán.

Tras aplicarle una descarada mordaza a uno de los periodistas más críticos de Atlixco, los afectados por las invasiones de Antorcha Campesina en el municipio solicitaron el derecho de réplica ante el reto lanzado por Hersilia para presentar pruebas en contra de su organización.

Vino entonces el turno de Carlos Bobadilla, quien lleva más de 20 años tratando de recuperar los terrenos de la ex hacienda de Santo Domingo Atoyatempan con certificado de propiedad en mano.

Misteriosamente durante la transmisión de esta entrevista, STV sufrió problemas técnicos que interrumpieron la transmisión por la señal de Cablecom y también a través de redes sociales.

Con esa fuerza hizo sentir su poder Antorcha Campesina sobre uno de los medios con más difusión en la región.

¿Qué se puede esperar una vez que conquisten el poder?

A la usanza de los caciques que tanto aborrecemos en la historia de Atlixco, los periodistas de la región se enfrentan a una organización con la que te alineas por las buenas o por las malas.

Quienes sin pudor se abrieron de brazos a los convenios publicitarios con Antorcha viven hoy en temporada de vacas gordas, aunque su credibilidad viva la peor de las sequías.

Quienes decidimos no maquillar el verdadero rostro del clan Tecomatlán recibimos, en el mejor de los casos la censura, y en el más grave, amenazas por parte de sus militantes que no se deben tomar a la ligera.

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