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Viernes, 29 de Marzo de 2024

El censo 2020 y la presión a migrantes

1 Abril, 2018
Érika Nieto

 

Es evidente que el actual gobierno en Estados Unidos va muy pero muy en serio en su estrategia para disminuir lo más posible el número de migrantes indocumentados en su territorio. Algunos especialistas ya aseguran que el objetivo principal es hacer lo menos atractiva posible la migración hacía ese país y la clave es reducir la cantidad de beneficios.

Es decir, el sueño americano es solo para los americanos, no para todo aquel que cruce la frontera violando la ley de migración.

El último anuncio del mandatario norteamericano de agregar una pregunta al próximo Censo poblacional que se aplicará en el año 2020 sobre la ciudadanía del encuestado, representa uno de los mayores riesgos para la relativa estabilidad en la que viven algunas familias de indocumentados.

Y es que, a pesar de que la instancia que ejecuta el censo no está obligada a entregar el detalle de la información al gobierno, lo cierto es que a través de este censo, la autoridad norteamericana podrá conocer con exactitud dónde viven, cuántos son, qué edades tienen, cuál es su sexo y quienes son hijos de padres de indocumentados a lo largo de todos y cada uno de los estados que integran la Unión Americana.

Muchos activistas y hasta congresistas de origen Demócrata calificaron la nueva instrucción del Presidente Trump como una medida anticonstitucional que pondrá en riesgo a las familias de indocumentados.

Sobre todo porque el principal objetivo de conocer estos datos con precisión es, según dijeron las organizaciones pro-migrantes, no tomar en cuenta las cifras de indocumentados en la cantidad de recursos destinados a cada uno de los estados para cubrir las necesidades de la totalidad de sus habitantes.

Esta sería la manera más sencilla de ejercer presión sobre las ciudades y los estados que protegen indocumentados y que se han autollamado “santuarios de migrantes”, ajustando sus presupuestos a la cobertura de las necesidades de habitantes que tengan la ciudadanía norteamericana, para nadie más.

Necesidades que incluyen la construcción de escuelas o de hospitales de acuerdo al perfil poblacional.

Las cifras no son pequeñas, porque algunas organizaciones ya calculan que si se aprueba que la pregunta sobre ciudadanía aparezca en el próximo censo del año 2020, aproximadamente 24 millones de personas que viven en Estados Unidos se negarían a contestar este dato o simplemente no atenderían el censo.

Las causas van desde que sean indocumentados directos, ciudadanos americanos que vivan con algún indocumentado o personas que en sus viviendas alberguen o renten habitaciones a migrantes sin documentos, por el temor a próximas redadas, a que pierdan sus ingresos o a que su familia sea separada. En cualquiera de los casos, lo mejor será refugiarse en las sombras, en el anonimato y esconderse de la autoridad.

Lo cierto es que ya varios estados como California, Nueva York o Massachusetts preparan sus respectivas demandas para evitar lo que ellos consideran, es una medida que aumentará el miedo entre la comunidad migrante.

Comentarios vía twitter: @erinife

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