Entre amenazas y visas de trabajo la Caravana Hondureña

Una verdadera revuelta está provocando para México una nueva caravana de migrantes indocumentados centroamericanos que en esta ocasión son originarios, en su mayoría, de Honduras. Y digo en su mayoría porque en su trayecto están uniéndose ciudadanos de otros países de la misma región y es muy posible que durante su cruce por México también migrantes mexicanos aprovechen para llegar al vecino país del norte.

Son más de mil personas, las que inicialmente tomaron la decisión de salir de su país al no tolerar más el hambre, la inseguridad, la crisis socio-política y que ven en Estados Unidos una puerta para salir de sus problemas y lograr una mejor calidad de vida. ´

Las historias, como en todas estas caravanas, como en cada uno de los migrantes que sin documentos se aventuran día con día a buscar el sueño americano, son muchas, las madres que dejaron atrás a su hijos, las que los llevan consigo, aún con el reto de librar una enfermedad; todos aquellos hombres que buscan el pan o la seguridad para su familia en otro territorio, todos y cada uno librando a su vez graves índices delincuenciales durante su recorrido.

Sin embargo, esta Caravana Hondureña está poniendo entre la espada y la pared a las autoridades mexicanas, pero también a la sociedad, obligándolo a tomar la postura de que sin documentos nadie podrá entrar a nuestro territorio y que quienes busquen refugio deberán esperar hasta 90 días para lograr la aprobación.

Y de que se cumplan estas condiciones se encarga ya Estados Unidos, primero amenazando al gobierno de Honduras de suspender toda ayuda económica si no detenía a sus ciudadanos, labor que no se ejecutó.

Entonces México recibió las correspondientes advertencias por parte del Presidente norteamericano Donald Trump, la seguridad en la frontera aumentará drásticamente hasta quedar cerrada. Si no se detiene a tiempo la caravana en México entonces el recién aprobado acuerdo comercial sufrirá algunos cambios, pues para ese país es más importante su seguridad que un tratado.

El lector tendrá la mejor opinión, pero el Presidente electo de México provocó comentarios a favor y en contra cuando aseguró que en cuanto tome el poder aprobará visas de trabajo para todos aquellos migrantes indocumentados que quieran permanecer en este país.

Definitivamente México está muy lejos de ser un país en condiciones de apoyar y prácticamente adoptar a migrantes indocumentados centroamericanos con plazas laborales, simplemente porque millones de mexicanos de todos los niveles libran todos los días una difícil batalla en contra del desempleo y de los bajos sueldos.

La misma razón de que cientos de mexicanos huyan de México todos los días hacía Estados Unidos buscando eso, un trabajo y un sueldo digno.

Además el compromiso de otorgar visas de trabajo a cada migrante centro o sudamericano que así lo solicite, con tal de que no lleguen a Estados Unidos, generará que las olas de indocumentados permanezcan en México. No se puede ser candil de la calle cuando México tiene tantos y tantos problemas, sobre todo económicos y laborales que urge atender.

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