Puebla, atrapada por la pasión partidista descontrolada

Como bien lo subrayó el gobernador José Antonio Gali Fayad en su informe de despedida, la coyuntura electoral ha sembrado en Puebla la intolerancia y la sinrazón de actores políticos.

De ahí que su llamado a la serenidad sobre el devenir del estado y a que los políticos y partidos traten de dialogar y negociar entre sí, para conciliar intereses, superar divergencias y resolver contradicciones, no debe caer en el vacío.

Lo peor que le puede ocurrir a Puebla es regresar a las décadas de los sesenta y setenta, donde la sociedad se polarizó por conflictos ideológicos, con enfrentamientos armados y pérdidas de vidas humanas, que provocaron inestabilidad política y social y la caída de varios gobernadores.

Reconciliar a los principales actores políticos en pugna por los resultados de los comicios del 1 de julio no será una tarea fácil, y menos si la mesura, el diálogo constructivo y las negaciones basadas en el respeto mutuo, siguen ausentes en el Congreso del estado, en la necesaria interacción de los tres niveles de gobierno y en la relación entre Poderes.

Por eso es urgente que los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resuelvan ya —en estricto apego a derecho— la impugnada elección de gobernador de Puebla, en uno y otro sentido. La demora de ese fallo no sólo acrecienta la incertidumbre sino amplifica las ya de por sí descontroladas pasiones partidistas.

Si en Puebla persiste el conflicto, si el Ejecutivo sigue vetando las reformas del Legislativo, si el Congreso sigue legislando con prisa y afanes revanchistas, y si el morenovallismo y los morenovallistas continúan con su soberbia y arrogancia, el riesgo de que Puebla recicle épocas que parecían superadas es alto.

Si los titulares de los Poderes de Gobierno siguen ignorándose, si las autoridades de los tres niveles de gobierno federal, estatal y municipal continúan descoordinadas, si el presidente de órgano de gobierno del Congreso Gabriel Biestro Medinilla y el gobernador José Antonio Gali apenas dialogan, y si Martha Erika Alonso y Luis Miguel Barbosa no se serenan y hacen un pronunciamiento público de que acatarán con respeto y sin reparos el fallo del TEPJF, cualquiera que éste sea, el conflicto postelectoral se prolongará no uno, dos o tres meses, sino quizás años, como ya sucedió a finales de los sesenta y principios de los setenta.

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Adornos navideños

Finalmente no será Citelum México quien instale los adornos luminosos con motivos navideños en la capital poblana, a pesar de que así estaba pactado en su contrato que venció el 14 de octubre, sino la empresa Milenium que entró de manera emergente a prestar el servicio de alumbrado público en el municipio de Puebla.

Según esto, Citelum habría cobrado 32.4 millones de pesos por continuar haciéndose cargo del servicio de alumbrado hasta el 31 de diciembre, mientras que el contrato suscrito por el ayuntamiento de Puebla y la empresa Milenium es por la cantidad de 17.9 millones.

De acuerdo con esta versión la comuna se ahorrará 14.5 millones de pesos.

Dicho contrato incluyó la colocación de adornos navideños en diferentes calles, avenidas y parques de la ciudad, con base en los siguientes puntos marcados por el mapa.

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