De notarios en apuros y contralores del gobierno saliente y entrante

Con muchos, peeero muchos esfuerzos se le otorgó al hijo del notario número 34 de Puebla, Antonio Zafra Millán, la patente de titular de la Notaría Pública número 3 del distrito judicial de San Juan de los Llanos con sede en el municipio de Oriental.

El examen de oposición, en el que tuvo como supuestos competidores a Eduardo Alberto Aguilar Ruiz y Eric René Domínguez Valle se hizo en la madrugada, prácticamente sin más testigos que los miembros del Jurado.

Y aun así algunos de éstos fueron presionados con llamadas salientes de Casa Aguayo para que Juan Carlos Zafra Caballero fuera aprobado.

La cosa se complicó pues el sustentante no sólo adolecía de conocimientos básicos de derecho notarial, sino de derecho en general, por lo que los miembros del Jurado no tuvieron más remedio que darle un ocho de calificación, la más baja de los últimos años, considerando los 29 notarios nombrados por el gobernador Rafael Moreno Valle y los 4 designados por el gobernador en funciones José Antonio Gali Fayad.

Eso sí el nuevo fedatario llegó elegantemente vestido, con ropa de diseñador, y como si fuera a salir en la portada de la próxima edición de la revista Hola internacional.

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Anote este nombre: Marina Araceli Castro Moreno, pues aunque poco se ha mencionado, será relevante es el futuro inmediato, ya que será parte del gabinete de la primera gobernadora de Puebla.

Los enterados aseguran que la ex subsecretaria de Administración de la Secretaría de Finanzas en la gestión de Rafael Moreno Valle es la responsable del proceso de entrega-recepción entre el gobierno saliente de Gali y el entrante de Martha Erika Alonso Hidalgo.

Marina Castro se perfila para ocupar la titularidad de la Secretaría de la Contraloría en sustitución de Rodolfo Sánchez Corro, quien, por cierto, es el nuevo notario del distrito judicial de Atlixco.

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Hace unos días la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) entregó 34 motocultores a igual número de productores de las juntas auxiliares de Puebla con vocación agrícola.

Y aunque los vehículos deberían ser gratuitos, lo cierto es que los beneficiados tuvieron que aportar más o menos 15 mil pesos a dos operadores de la SDRSOT, Jorge Flores e Ismael Espíndola, que han hecho de la mecanización del campo un gran negocio.

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