Cierra polémico centro de detención en Texas

Aquél famoso centro de detención de niños migrantes que causó tanta indignación internacional después de que se permitió el acceso a la prensa y entonces el mundo entero pudo observar a decenas de niños migrantes encerrados en grandes “jaulas” al interior de enormes galerones, muchos de ellos sostenidos de los alambrados llorando y pidiendo ver a su madre, cerró definitivamente hace unos días.

Para el 30 de enero deberá estar completamente desmantelado el centro de detención en Tornillo, Texas. Y aunque parece una buena noticia, la realidad es que no lo es del todo. Los casi 2 mil 500 menores que ahí albergó durante poco más de medio año fueron entregados algunos a sus familiares, pero muchos otros fueron entregados a tutores o a familias adoptivas temporales, algunos más fueron trasladados a otros centros de detención.

El problema es que, según grupos de activistas pro-migrantes, no existen registros precisos de la entrega de los menores, muchos padres han denunciado que deben recorrer uno a uno los centros de detención a lo largo de 17 estados para encontrar a sus hijos. Muchos otros fueron deportados, así, solos, sin dar aviso a sus padres, después de que fue rechazada su solicitud de asilo por un juez federal de migración. Además, el ADN dejó de ser un requisito fundamental para pedir la entrega de un niño o adolescente, ante la presencia de más de 20 mil menores retenidos, y los que faltan.

En el albergue de Florida se están sumando mil camas a las ya existentes, ante la llegada de más y más ciudadanos centroamericanos en las caravanas de migrantes, padres y madres de familia, muchos de ellos totalmente dispuestos a entregar a sus hijos a las autoridades norteamericanas para no verlos morir de hambre o asesinados, en sus países de origen.

Ciudadanos rechazan migración

Por cierto, un estudio reciente del Pew Research Center arrojó que a nivel mundial los ciudadanos ya no están muy contentos con los diferentes movimientos migratorios que se suscitan a raíz de la guerra, la violencia, la corrupción y obviamente por la pobreza, pero que de una u otra forma afectan la situación socio-económico-política de sus países. Tan solo en México el 44 por ciento de la población encuestada se manifestó en contra de que sigan ingresando migrantes extranjeros.

Por lo pronto, una nueva caravana de migrantes centroamericanos ya está llegando a la frontera sur, muchos ya están en las calles de Tapachula, Chiapas, y aunque se dice que esta nueva caravana cruzará territorio mexicano respetando la legalidad y bajo reglas más estrictas de traslado.

Lo cierto, es que sucederá lo mismo que con el cruce histórico de estos ciudadanos, algunos quedarán dispersos a lo largo de la república mexicana y otros cientos quedarán varados en la frontera norte en espera de cruzar del lado norteamericano o de entregarse a la patrulla fronteriza con un cruce ilegal y muy riesgoso, aunque meses después sean deportados y deban repetir la hazaña una y otra vez.

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