*
Viernes, 19 de Abril de 2024

Viacrucis político

18 Abril, 2019
Rodolfo Ruiz R.

En las primeras tres semanas de campaña de los candidatos a la gubernatura de Puebla, cada uno ha tenido que recorrer su propio viacrucis ante una procesión de votantes poco motivada para salir a las urnas el 2 de junio e indiferente ante sus promesas y propuestas.

La cruz más pesada es, sin duda, la que carga el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, por el conflicto político al interior de Morena y las impugnaciones que el senador Alejandro Armenta Mier ha promovido al seno del partido y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para echar abajo su candidatura.

A esta pesada cruz, hay que añadirle la carga que representan algunos presidentes municipales surgidos de Morena como Claudia Rivera Vivanco, de Puebla capital; Karina Pérez Popoca, de San Andrés Cholula; Marisol Cruz García, de Tecamachalco; Felipe de Jesús Patjane Martínez, de Tehuacán, y María Norma Layón Aarún, de San Martín Texmelucan, cuyas gestiones son desaprobadas por la mayoría de sus gobernados, a poco más de cinco meses de haber entrado en funciones.

El madero del candidato común del PAN, PRD y MC a la gubernatura es también enorme. Enrique Cárdenas Sánchez no sólo carga con un equipo de entusiastas activistas (los de Sumamos) pero sin experiencia en la organización de campañas electorales y sin dinero para patrocinar una estrategia exitosa de posicionamiento, sino con dirigentes partidistas poco comprometidos con su proyecto, apáticos y, en no pocos casos, francamente simuladores.

Cárdenas Sánchez no es mal percibido y no tiene una mala imagen entre los votantes que lo conocen, el problema es que sólo lo identifican uno de cada cuatro electores de la zona metropolitana de Puebla. En los municipios más alejados de la capital, de carácter semi urbano y rurales, sus niveles de desconocimiento rondan el 80%.

A quien de plano el peso de la cruz ya lo hizo caer tres veces, en las tres primeras semanas de campaña, por la mala imagen del PRI, los judas priístas que lo han traicionado para irse al equipo de Miguel Barbosa, y la orden de aprehensión girada en contra de su principal impulsor y promotor, el ex gobernador Mario Marín Torres, es Alberto Jiménez Merino.

El calvario del candidato del partido tricolor a la gubernatura de Puebla es todavía largo y cuesta arriba, al grado que si las tendencias electorales se mantienen como van Jiménez Merino podría obtener una votación menor a los dos dígitos, es decir, de casi la mitad de lo que obtuvo Enrique Doger Guerrero en las elecciones de julio de 2018.

***

Correos: [email protected] y [email protected]

Twitter: @periodistasoy

Facebook: https://m.facebook.com/RodolfoRuizOficial

Vistas: 854