La promesa de campaña de Joe Biden y Kamala Harris, actual Presidente y Vicepresidenta respectivamente, fue abrir el proceso de vacunación a los migrantes sin documentos que viven en ese territorio, y así lo están cumpliendo. El proceso apenas empieza, pero gobiernos como Connecticut, Massachussets, Michigan o Illinois ya están programando las fechas de vacunación en condados que son habitados mayoritariamente por migrantes.
En esta fecha ya se tienen algunos avances para todos aquellos migrantes que formen parte de la primera línea. Ricardo Andrade, presidente de la Fundación Pies Secos reconoció en conferencia de prensa, que por lo menos 10 mil poblanos migrantes que viven en Estados Unidos, la mayoría en California y Nueva York, ya recibieron la vacuna para protegerse contra el coronavirus.
Por ello se inició una campaña para aclarar que los migrantes no correrán riesgo alguno al acudir a los centros de vacunación, recordemos que las redadas de deportación están suspendidas los primeros 100 días de gobierno de Biden en un intento por generar confianza entre la comunidad migrante en esta crisis sanitaria.
El Consulado de México en Nueva York que preside Jorge Islas también informó a todos aquellos paisanos que trabajan en restaurantes que podrán acceder a la vacuna sin importar su estatus migratorio ya que sus datos serán confidenciales, reduciendo así el temor de los migrantes a una detención o deportación.
En la zona conocida como tri estatal de Nueva York, New Jersey y Connecticut se podrían reanudar las actividades comerciales en tiendas y restaurantes a partir de la segunda semana de febrero beneficiando a la comunidad migrante que trabaja en ese sector y en la primera línea de atención sanitaria.
Desafortunadamente prevalecen gobiernos norteamericanos que se niegan a abrir el proceso de vacunación a la comunidad de indocumentados como el Gobernador de Nebraska, Pete Ricketts quien dijo que los trabajadores en plantas de carne no serán vacunados por no tener permiso para trabajar en las instalaciones, el 66 por ciento de ellos son indocumentados.
Los primeros meses de esta pandemia se generaron severos brotes de contagio precisamente en esa industria y los migrantes no solo enfrentaron el rechazo de las empresas para detener actividades, sino que días después el gobierno federal de Trump ejecutó redadas en las que decenas de paisanos fueron deportados.
Recordemos que en Estados Unidos el 69 por ciento de los trabajadores esenciales son indocumentados y que la mortalidad por este virus está afectando fuertemente a la comunidad migrante hispana, por ejemplo, de los más de mil 400 mexicanos fallecidos, que oficialmente se conoce, 680 son originarios de Puebla y 420 ya han sido repatriados, según datos de la Fundación Pies Secos.
Hay que reconocer que pese a la buena disposición del gobierno federal para vacunar a los migrantes todavía existe el rechazo en algunos sectores de la comunidad a ser vacunados, la disposición de nuestros paisanos será mayor conforme vean los resultados positivos en la inmunidad y regresen a sus centros de trabajo.
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