Huauchinango, Pue.- Opositores al gasoducto Tuxpan-Atotonilco de la comunidad de Cuacuila denunciaron el desvío de recursos públicos del gobierno de Huauchinango a favor de la empresa Gasomex, debido a que desde hace una semana elementos de la Policía Municipal, encabezados por el comandante Oscar Alvarado Muñoz, custodian las obras de la empresa.
Durante una asamblea realizada la noche del sábado, miembros de la organización Mañana y Ciudadanos Indígenas en Defensa de sus Derechos (Cidd) indicaron que desde el pasado 6 de enero, por lo menos cinco gendarmes asignados a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, vigilan los trabajos de la empresa privada a cargo de la instalación de la tubería que transportará gas LP y acompañan a los obreros durante su jornada laboral de las 08:00 a las 18:00 horas.
“Desde hace una semana, después de que hicimos el segundo paro simbólico en la válvula que está instalando Gasomex, la policía municipal está resguardando a la empresa, como si nosotros fuéramos delincuentes. Esta situación aclara la postura del presidente municipal (Omar Martínez Amador) que no protege los derechos de sus gobernados, sino los de los empresarios”, informó uno de los oradores.
Los cuacuileños indicaron el sábado por la mañana que una comisión de pobladores se acercó a las obras y se pudieron percatar de que continúan trabajando y de que los policías municipales estaban cuidando a los obreros y las instalaciones de Gasomex, a pesar de ser servidores públicos, mientras descuidan la seguridad de los habitantes de Huauchinango donde se han incrementado los robos a transeúntes, comercios y viviendas.
“Cerca de las 12 del día bajamos a la obra, nos encontramos con una patrulla con cinco elementos y el comandante Oscar Álvarado, quien llevaba un perro pitbull. Cuando un compañero le comentó que el perro estaba bonito, el comandante le contestó que estaba entrenado, como para intimidarnos. Luego le tomamos fotografías y él le informó a alguien, por medio de su celular, que había gente sacando fotos, como si esto fuera un delito”, añadieron.
Momentos después, dijeron, llegaron al lugar seis elementos de la Policía Estatal a bordo de otra patrulla, para resguardar las instalaciones de la empresa que “ha violentado nuestros derecho como pueblo indígena”, puntualizaron.
Al finalizar la asamblea, los pobladores marcharon por las calles de la población ubicada a 3 kilómetros de la cabecera municipal y corearon consignas de rechazo a la tubería que transportará, según versiones de la empresa, 6 mil barriles diarios de gas licuado de petróleo, como: “¡Fuera Gasomex, fuera Gasomex!”, “¡Cuacuila, unida, defendiendo la vida!” y no faltaron las rechiflas y mentadas a la misma y al presidente municipal Omar Martínez Amador por su “complicidad” con la empresa y por “no defender los derechos de Cuacuila”.
Los pobladores indicaron que Gasomex no sólo está barrenando a 170 metros de la comunidad, sino que están excavando “las entrañas de nuestro pueblo porque pasa por debajo” y reiteraron que exigirán que, conforme a la ley, se les consulte para decidir si quieren que pase o no pase el ducto por este lugar.