Izúcar de Matamoros, Pue.- Los residuos de la empresa Bacardí y Compañía instalada en la junta auxiliar de San Sebastián Puctla, han provocado la muerte de al menos seis mil peces de que vivían en la presa de la comunidad y que eran el sustento de varias familias de bajos recursos, acusaron productores de esta comunidad perteneciente al municipio de Izúcar, considerado la puerta de entrada a la Mixteca poblana.
Martín González, presiente auxiliar de la demarcación, señaló que “se murieron muchos pescados, teníamos mucho pescado en una lagunita se murieron todos, quedó completamente limpia; se agarraban dos, tres, cuatro mojarras y era para que sobrevivieran, pero ahorita ya quedó limpia la poza, no quedó nada de mojarra”.
Asimismo, achacó a la contaminación provocada por la empresa dedicada a la fabricación de bebidas alcohólicas, una serie de daños al sector agrícola.
“El problema que tenemos es por los desechos de la empresa que los echan al río Atoyac y nos viene a molestar o a perjudicar con los árboles frutales, los animales, el ganado que ya está cargado mal para sus crías y los animales grandes se mueren con lo del agua de la empresa”, acusó.
Además de la muerte de peces –dijo- las huertas también han sido afectadas por el agua con que se riega, ya que la producción ha disminuido hasta en un 70 por ciento dejando sin nada a las familias.
Pero esa no es toda la afectación, también el ganado está sufriendo los estragos de consumir el agua del río o de la presa, los animales que están embarazadas súbitamente tienen abortos y los que llegan a nacer presentan malformaciones.
Asimismo, los vecinos se quejan de malos olores y diversos problemas de los que responsabilizan a Bacardí y Cía.
Argimiro Domínguez, productor de frutos, se dijo también afectado por la contaminación: “tengo unos animalitos, unos chivos, unas vaquitas y unos árboles frutales. Ha perjudicado a mis animales porque han abortado como 4 chivos, tengo un becerro que está un poquito malo de lo mismo, del agua de la empresa, nos han estado echando 3, 4 días seguidos”.
La comunidad de Puctla es un lugar en donde sus pobladores viven de la producción agrícola, siembran algunas cañas, tienen huertas frutales y hasta hace unos meses también pescaban en la presa que lleva agua del río Atocay, hoy nada de eso existe, los cultivos se encuentran secos, las cañas se están pudriendo y los peces de la presa que eran tilapias han desaparecido.
Recibieron visitas pero no pasó nada
Las dependencias han desfilado en el lugar, desde la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Regiduría de Ecología municipal, la Dirección de Ecología y otras más relacionadas con el medio ambiente, pero nada se ha hecho, dijeron los habitantes, incluso aseguran que tuvieron una visita en donde analizaron el agua, pero tampoco sirvió de mucho.
“Nos dijeron que el agua estaba muy contaminada, que son los desechos de la Bacardí, pero no han regresado ni a multar a la empresa ni a hacerla que ya no tire todos sus desechos”, gimotearon.
Por ello, piden el apoyo de las autoridades, pues a pesar de que han sido visitados por diversas dependencias hasta el momento no hay ningún cambio.
Lamentan indiferencia del presidente municipal
Interrogados sobre el apoyo que debía brindarles el presidente municipal Manuel Medro González, lamentaron que ni los ha recibido ni ha visto los problemas de esta contaminación, porque considera que es un problema menor, “lo cierto es que esta indiferencia está haciendo estragos en las comunidades no sólo a la comunidad de Puctla, también a Matzaco, Raboso y seis comunidades más en las que viven alrededor de 25 mil habitantes”, refirieron.
Este medio hizo un recorrido por las huertas de los afectados, donde se encontraron árboles secos y frutos aparentemente en buenas condiciones pero podridos por dentro, además productos como anonas, aguacates y zapotes han quedado en el suelo totalmente podridos porque no sirven ni para el consumo humano.
De seguir así los afectados aseguran que tendrán que tomar medidas por su propia cuenta, ir a manifestarse afuera de la planta de Bacardí para exigir que no sea solo por temporada que dejen de sacar sus desperdicios, si no que sea de por vida, pues así ya tienen más de 20 años.