Tecamachalco, Pue.- Vecinos del barrio de San Sebastián denunciaron que otra vez temen que enfermen menores de edad y personas adultas por un fétido olor que caracteriza las instalaciones del anfiteatro municipal; señalan que las ventanas se encuentra abiertas día y noche sin que haya un control sanitario, lo que ha ocasionado una combinación entre putrefacción y líquidos de limpiador.
La inconformidad de los vecinos del barrio de San Sebastián que vive cerca del panteón municipal San Ángel, donde se encuentran las instalaciones del anfiteatro del distrito judicial de Tecamachalco, es que el olor fétido incrementaron las moscas.
Señalaron que se pueden observar manchas de sangre en el piso, así como en la plancha donde se colocan los cadáveres que son ingresados para realizar la necropsia de ley.
El inmueble es un pequeño espacio donde se encuentran tres cámaras de refrigeración que no funcionan, según refieren los vecinos del barrio de San Sebastián que conocen los movimientos de la morgue desde hace años.
En el mes de mayo de 2017 la Secretaría de Salud acudió luego de que se hicieron las denuncias para exigir a las autoridades municipales que se rehabilitara las condiciones de las instalaciones del anfiteatro, permaneció cerrado varios meses.
Desde hace semanas, los vecinos señalaron que es incómodo vivir en esas condiciones, pues respiran el aroma fétido que desprende el frigorífico y temen que sus familias enferme de alguna infección que les puedan llevar las moscas, pues las ventanas de las instalaciones del anfiteatro se encuentra abiertas para que se pueda ventilar el espacio donde labora el médico forense; sin embargo, el sitio está abierto para los visitantes del camposanto.
Los inconformes mencionaron que las ventanas sólo son cerradas cuando se ingresa un cuerpo y llega el médico forense para realizar la necropsia de ley; en algunas ocasiones se ingresa cadáveres de los distritos judiciales de Tepeaca o Tehuacán debido al incremento de trabajo que tiene las autoridades correspondientes.
Roberto Herrera, vecino cercano al panteón municipal, afirmó que cada vez el olor es más insoportable y durante años ha aprendido a vivir con el aroma fétido, ahora es casi imperceptible, lo único que es diferente cuando hay cuerpos es la intensidad del hedor; recalcó que ha pasado días sin que haya ingresado cadáveres, “el aroma persiste, nunca se va y las moscas incrementan”.
Un visitante al camposanto mencionó al periódico El Popular que acudir a las tumbas se ha vuelto insoportable por la saturación que existe en el panteón, también por los desechos de flores secas, cubetas y basura entre los mausoleos, como se apreció durante un recorrido por este sitio.
La administración que encabezó el alcalde Inés Saturnino hizo caso omiso al llamado de las autoridades de salubridad, que clausuró en el año 2017 las instalaciones del anfiteatro municipal; se espera que con la llegada de la presidenta electa, Marisol Cruz García, esta resuelve el problema de salud, porque los habitantes temen que esto genere infecciones gastrointestinales o de otra índole que ponga en riesgo.
clh