Domingo, 2 de Diciembre de 2018 07:44

Caso Puebla: esta semana, el desenlace

Los magistrados aún no han resuelto la anulación que pide Morena

La resolución del expediente de la elección al gobierno de Puebla sigue en el aire. Nos dicen que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a cargo de la magistrada Janine Otálora, no han resuelto la impugnación de Morena, partido que busca la anulación de los comicios, porque estaba a la espera de que concluyera la gestión del gobierno federal y que asumiera Andrés Manuel López Obrador la Presidencia. El caso, nos comentan, es que no se quería que el fallo fuera interpretado como una intervención indebida de la administración saliente, en cualquiera de los dos sentidos: la anulación o ratificación del triunfo de la panista Martha Érika Alonso. Ahora el dilema es que los magistrados deben resolver —posiblemente el próximo miércoles, aunque no está en la agenda— y lo harán en pleno arranque del nuevo gobierno lopezobradorista. ¿Será factor para la decisión de los magistrados?

¿Vendaval para algunas instituciones en 2019?

De manera clara, nos comentan, las instituciones de procuración de justicia y organismos autónomos, aquellos encargados de la resolución de los conflictos legales, perciben un ambiente un tanto hostil de los nuevos actores de la mayoría política de México. En la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional Electoral han tomado nota de un pronóstico del tiempo que augura vendaval para la política en México y en el mundo. Cosa de revisar, nos dicen, los recientes mensajes y declaraciones del ministro saliente de la Corte, José Ramón Cossío; el magistrado electoral de la Sala Superior, José Luis Vargas, y el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova. ¿Tendrán que ponerse a buen resguardo las instituciones de justicia?

Maduro: llegas tarde, comes y te vas

Irónicamente, algo podrían tener en común las administraciones de Vicente Fox y la naciente del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fox pasó a la historia como el mandatario que, con el fin de no incomodar al presidente de Estados Unidos de aquella época, George W. Bush, le pidió al entonces mandatario de Cuba, Fidel Castro, venir al país a una cumbre en Monterrey, comer y luego irse del país. Ayer sucedió una “coincidencia” afortunada: el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuya presencia en la toma de posesión de López Obrador amenazaba con generar un escándalo en el Congreso, no pudo llegar a San Lázaro y solo estuvo durante la comida. Ante este hecho dos preguntas: ¿en política existen las coincidencias afortunadas?, ¿alguien le dijo a Maduro, “llegas tarde, comes y te vas”?

Mucha suerte, señor presidente

 Los presidentes, en funciones y electo, cerraron ayer un proceso de transición de terciopelo. Ambos, nos hacen ver, se comportaron a la altura. El saliente, Enrique Peña Nieto, se quedó a escuchar todo el mensaje y aguantó la metralla que el entrante, Andrés Manuel López Obrador, soltó en contra del neoliberalismo, las reformas peñistas y la corrupción, aunque nunca señaló a Peña, a diferencia de las críticas que tuvo de manera directa a los mandatos de los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. Ya con la banda cruzada en el pecho, el presidente López Obrador abrió su primer discurso como mandatario dando un agradecimiento y un reconocimiento al priísta Peña Nieto, en especial por no haber intervenido de manera indebida en las elecciones de julio pasado. Al final hubo apretón de manos y buenos deseos por parte de Peña Nieto, quien lo llamó “señor presidente”.

Columna Bajo Reserva/El Universal

Ilustración archivoe

clh