A una semana de la renuncia del expresidente Evo Morales, los bolivianos se enfrentan ahora a la falta de combustible y de alimentos, lo cual llevó a los ciudadanos a realizar largas filas y compras de pánico.
Las autoridades interinas reportaron ayer que un avión militar Hércules aterrizó el sábado para abastecer a los habitantes de la capital con un cargamento lleno de productos alimenticios (principalmente carne) desde la zona de El Alto, evitando así las carreteras bloqueadas que rodean a la ciudad.
Incluso en comunidades de La Paz, ciudadanos optaron por cocinar con leña ante las largas filas para conseguir gas.
“Espero que las cosas se calmen. No conseguimos comida ni gasolina”, expresó Josue Pillco, trabajador de la construcción que habita en el barrio de Wilacota, en la capital de ese país.
En este contexto, el ministro de la Presidencia interina, Jerjes Justiniano, expresó que el gobierno estableció un “puente aéreo” a La Paz.
Sostuvo que los funcionarios esperaban hacer lo mismo con otras grandes ciudades bolivianas aisladas de los suministros.
Las comunidades están aisladas debido a las protestas que golpean al país desde hace una semana, las cuales han dejado un saldo de 24 muertos.
Incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos criticó que el gobierno que encabeza provisionalmente Jeanine Áñez avaló la represión.
Foto. Especial
cdch