La nutricionista de Blua de Sanitas, Eva M. Bautista, comer muy deprisa conlleva tener o hacer peores digestiones y además puede realizarse una peor absorción de los nutrientes que ingerimos.
Esto, debido a que al comer demasiado rápido se ingiere más cantidad de alimentos de lo necesario.
Además, el equipo de nutricionistas del Hospital Universitario Sanitas (Madrid), aseguraron que algunas investigaciones han llegado a demostrar que las personas que comen muy rápido tienen hasta un 115% más de probabilidades de desarrollar sobrepeso y obesidad.
Debe tomarse en cuenta que al comer despacio conseguiremos esa sensación de saciedad en el mismo momento, pero con una gran diferencia: habiendo consumido muchas menos calorías.
Cabe señalar que comer despacio, tal y como explican los expertos, se ha asociado a un aumento de las hormonas que intervienen en la regulación del hambre y que, por tanto, nos hacen sentir saciados o con la sensación de saciedad que nos hace parar de comer y quedarnos bien.
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