La pequeña Fátima de tan sólo siete años de edad, no sólo fue violentada en el momento de su muerte, al parecer desde pequeña enfrentó la violencia en casa.
De acuerdo con una ficha informativa que hizo pública este día el DIF, de la que dan cuenta los medios nacionales, uno de sus familiares reportó desde 2015 que ella –en ese momento tenía dos años-, otra niña y un niño sufrían descuidos y maltratos.
En ese momento, un trabajador del DIF se presentó en la casa de la familia de Fátima y su madre le informó que ya era atendida por una trabajadora social del DIF Nacional. En febrero de 2016 el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México cerró el expediente.
No obstante, un año después, en julio de 2017, una tía de Fátima solicitó la intervención de las autoridades al indicar que la niña era descuidada por su madre y su padrastro, a quienes acusó de negligentes.
Transcurrió el tiempo, nadie ha descrito cómo Fátima mantuvo la sonrisa intacta en medio de la violencia que desde pequeña enfrentó. Fue el pasado 11 de febrero cuando una mujer fue por ella a la escuela y se la llevó.
Su abuelo, quien iría a recogerla, no la volvió a ver y ahora exige justicia, porque ha mencionado que por las condiciones en las que fue localizado el cuerpo, teme le hayan sacado los órganos, versión que no ha sido confirmada por ninguna autoridad hasta el momento.
Lo único que no ha sido desmentido, es que la menor fue golpeada y violada, aunque aún se desconoce el motivo de la muerte de la niña de 7 años de edad.
Tras el ataque que enfrentó en la recta final de su corta vida, sus restos fueron abandonados en un terreno de Tláhuac.
Algunos familiares esperan sus restos sobre la calle Ma. Dolores Obregón para darle sepultura.
Fotografía
clh