Como efecto de la pandemia, de la lenta aplicación de recursos públicos para infraestructura y del encargo de obras y trabajos de mantenimiento al Ejército y al sector social, tres mil 600 empresas de la construcción han quebrado en lo que va del 2020, informó Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
Explicó que lo anterior ha arrojado al desempleo a más de 500 mil personas y que entre las empresas del sector existe el temor de que si se concreta la militarización de los puertos, muchas obras y trabajos que hacen las constructoras pequeñas y medianas puedan ser delegadas a la armada.
Ahora que los puertos van a estar a cargo de la Semar y del Ejército, tenemos duda de si todos los trabajos que se hacen en puertos se los quedarán, porque se hacen muchos trabajos: ampliación de terminales, mantenimiento mismo de la infraestructura, pavimentos. Imagínate, todas esas terminales requieren una serie de mantenimiento, en todo tipo de instalaciones, en donde trabajan muchas micro y pequeñas constructoras, si esos trabajos también los va a hacer el Ejército, pues una vez más se está haciendo de lado a una industria que está muy golpeada”, dijo.
Expresó que, además, la aplicación de los necesarios protocolos de sanidad ha propiciado un lento regreso a la nueva normalidad y que al sumar tanto obra pública como privada, todavía un 30 por ciento de la construcción permanece detenida.
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