En los primeros seis meses de la pandemia, se registraron 611 ataques contra personal médico, pacientes e infraestructura hospitalaria, denunció el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Los casos ocurrieron en más de 40 países, de ellos, 20 por ciento implicó agresiones físicas.
“Muchos trabajadores de la salud recibieron insultos y fueron víctimas de acoso y de violencia física. Esta atmósfera de miedo, que suele verse agravada por la falta de equipos de protección personal adecuados, suma un estrés significativo a su salud física y mental”, declaró Maciej Polkowski, jefe de la iniciativa Asistencia de la salud en peligro del CICR.
Los sucesos afectan el derecho a la salud, agregó el experto.
“Estos ataques tienen consecuencias devastadoras para el acceso a la asistencia de salud y para la prestación de servicios de atención sanitaria, en un contexto en que numerosos sistemas de salud se ven desbordados”, agregó.
Cuando los pacientes o sus familiares fueron los responsables de los actos, los motivos más prominentes fueron las quejas relacionadas con la muerte de un pariente o con el temor a que muera.
La imposibilidad de realizar rituales como sepelios debido a las restricciones impuestas por el covid-19, también impulsó a algunos familiares a cometer acciones agresivas contra el personal de salud o los establecimientos sanitarios.
Colombia, Filipinas, Afganistán, Bangladesh y Pakistán figuran como los países con más incidentes.
Sin embargo, el organismo de asistencia humanitaria, con sede en Ginebra, admitió que es probable que las cifras reportadas sólo reflejen los incidentes conocidos y que el número de casos sea mayor.
Foto: Especial
cdch