A su muy corta edad, Osiris Guadalupe cambió las muñecas por las armas largas, sus amistades dejaron de ser los niños y comenzó a juntarse con gente mayor, con mentalidad criminal, lo que la llevo a permanecer en el encierro tras haber participado en el asesinato de un servidor público de Tamaulipas.
Actualmente, Osiris tiene 17 años y ante la ausencia de la figura paterna y materna comenzó a salir a la calle.
No faltó quién la acercara al mundo del crimen y las drogas.
Alguien la recomendó y fue reclutada a las filas del Cártel Del Noreste, escisión de Los Zetas, y que a su corta edad sabía que un error es la muerte ante la guerra que libran con el Cártel De Golfo y Los Zetas Vieja Escuela.
Una fuente cercana a su historia reveló que la adolescente comenzó a interactuar en las calles del poniente de la ciudad, pues vivía con abuela materna, ya que sus padres estaban sumidos en su trabajo, además de vivir el divorcio de éstos.
Las primeras encomiendas de Osiris fueron transportar el armamento de una casa de seguridad a otra, debido a que las células constantemente se mueven para evitar ser detenidas o sorprendidas por sus enemigos.
Una vez que las autoridades dieron con ella, las pesquisas revelaron que sobre ella pesaba el homicidio de la agente del Ministerio Público contra el Secuestro a nivel estatal, Lucia Patricia Butrón Rivera, ocurrida el 21 de marzo de 2019.
La menor fue la encargada de vigilar todos los movimientos de la funcionaria, al punto de colocar a unos metros un coche que fingió estar descompuesto para sólo observar de cerca el entorno de la abogada, hasta que finalmente envió mensaje a sus compinches para que la ultimaran.
Aunque no se ha confirmado, la fuente señaló que existen sospechas de que la menor también participó en el asesinato de un juez de Control y un Ministerio Público Investigador, ocurrido también en Ciudad Victoria.
Osiris fue detenida después del asesinato de Butrón Rivera y el 22 de septiembre de este año fue vinculada a proceso por el delito de homicidio calificado.
Actualmente, la menor se encuentra recluida en el Centro de Readaptación Social y Familiar de Güemez.
Funcionarios que conocen de la situación legal de niños sicarios aseguran que la mentalidad de éstos es a corto plazo, es decir, no tienen una noción de lo que es la vida, la entienden como un pasaje corto.
Un funcionario que también trató el caso de un niño pistolero se percató que la idea de ingresar a las filas del narco es sólo para tener dinero, un iPad, y que los grupos musicales les hagan un narcocorrido.
Excélsior
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