Cada vez son más las pequeñas y medianas empresas que, como las grandes, apuestan por incluir el rastreo de equipos y flotas entre sus esfuerzos por incluir la automatización y la tecnología en sus procesos diarios.
Las ventajas que han traído este tipo de soluciones, tal como se puede observar en esta web, son múltiples, pero podrían centrarse en cuatro campos diferenciados.
Cuatro campos en los que el rastreo ha mejorado los procesos
El primero de ellos tiene que ver con la flota misma.
El hecho de que exista un registro de mantenimiento tanto de los vehículos como de las rutas y formas de conducción ha conseguido traer a la luz una serie de datos interesantes para las compañías. Para empezar, es una forma ágil y cómoda de saber cuándo un vehículo debería pasar por el taller para su mantenimiento o para ver si toda su mecánica o electrónica funciona de forma correcta.
Sumado a la información de cómo se ha conducido el vehículo, se ha demostrado que este tipo de dispositivos permite además rebajar las velocidades, cumplir mejor las restricciones del tráfico y ser capaz de sortear, en tiempo real, cualquier incidencia que vaya surgiendo según se está en ruta.
En segundo lugar, habría que hablar de la optimización de recursos.
El hecho de conocer, en todo momento, el estado del envío y por dónde transita la flota permite agilizar las recogidas y entregas e incluso ir modificándolas aprovechando la proximidad de una de las unidades móviles. Esto supone un ahorro en energía ya que no es necesario enviar un vehículo sino que las rutas pueden irse adaptando a las necesidades según van surgiendo a lo largo del día.
La posibilidad que ofrece este tipo de rastreo en ese sentido ha conseguido que los vehículos siempre puedan circular con la carga óptima.
En tercer lugar, se trata también de una herramienta de seguridad
Cualquier incidencia o movimiento extraño del vehículo es monitorizado, pudiendo así contactar con el conductor para preguntar lo sucedido.
Esto es importante, por ejemplo, en caso de robo o incluso en caso de accidentes en los trayectos. Cualquiera anomalía se detectaría y permitiría poner en marcha protocolos de seguridad e incluso contactar con las autoridades para que presten asistencia.
La capacidad de reacción que tiene este tipo de dispositivos cuando es monitorizado es tan amplia como se quiera hacer.
Finalmente, en cuarto lugar, optimiza al máximo la rentabilidad
La facturación es clave para la viabilidad de una compañía. El hecho de poder obtener datos sobre los que trabajar se ha convertido en básico para sacar mejor partido de los procesos diarios.
Y esos datos se consiguen monitorizando los procesos desde origen hasta destino. Solo así se pueden plantear mejoras que al final repercutan en un ahorro de recursos que van desde la gasolina, pasando por los vehículos en movimiento e incluso por los espacios vacíos que transitan en las rutas de carga.
Fotografía Especial
clh