El dinero de la Fundación Jenkins, que fue llevado a un paraíso fiscal, tiene que regresar a Puebla, sostuvo este jueves el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Ayer se dio a conocer el embargo de los bienes y cuentas de la familia de forma precautoria, debido a la investigación que se realiza por el presunto desvío de recursos y donaciones simuladas al extranjero.
La Fundación tenía el objetivo de donar recursos para proyectos educativos, sociales y de salud en Puebla, sin embargo parte de los herederos traspasaron unos 720 millones de dólares a otras fundaciones, primero del país y luego a un paraíso fiscal en Barbados.
Este jueves Barbosa Huerta expuso que en el sexenio de Rafael Moreno Valle “hubo hechos muy graves” en el manejo de la fundación, por lo que hoy se desarrolla un “gran litigio”.
“El dinero de la Fundación no es de los Jenkins, es de la Fundación y tiene que regresar a Puebla en la fundación”, sostuvo el mandatario.
Refirió que el gobierno morenovallista es culpable de la situación, porque estaba obligado a través de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada a que hicieran un uso correcto de su patrimonio, pero este órgano no actuó legalmente.
“Hay muchas responsabilidades de muchas personas, de mucho, mucho dinero y muchos bienes.
Hay un gran litigio para que se consiga que todo ese patrimonio en bienes y dinero, que fue sacado de Puebla, regrese a Puebla”.
Asentó que el gobierno estatal está pendiente del caso, “pues qué esperaban, ¿que este escandalote enorme iba a quedar así?, no, no, va a haber muchas cosas”.
Foto: archivo e
gse