Izúcar de Matamoros, Pue.- Alip Cabrera, una de las personas que resultó herida en el accidente del autobús Oro el pasado fin de semana, había regresado a Puebla para un funeral y ahora se debate entre la vida y la muerte. La joven, de 21 años, es ciudadana estadounidense, aunque hija de inmigrantes poblanos.
Había regresado a Puebla con su novio Carlos Cázares, de 23, para acudir al funeral de un amigo en común y se disponían a trasladarse desde Tehuitzingo, donde tomaron el autobús, a Izúcar de Matamoros.
Ambos fueron internados en el Hospital General del Izúcar de Matamoros, ella con lesiones graves en el cerebro, un pulmón colapsado y múltiples fracturas en la cadera. Más tarde, debido a las heridas, fue trasladada al Hospital de Traumatología y Ortopedia “Rafael Moreno Valle”.
Mientras que su novio sufrió una lesión en la cabeza pero solo requirió 9 puntos de sutura.
Fue el presidente de la fundación Pies Secos, Ricardo Andrade Cerezo, quien dio a conocer la historia de la joven y cómo se tuvieron que contactar con los padres, originarios de Tepeojuma, pero residentes en Paterson, Nueva Jersey. Explicó que son indocumentados por lo que les era imposible venir a ver a su hija.
Ante esto, pidieron ayuda al delegado de la fundación Pies Secos en ese estado, que ya solicitó el apoyo al gobierno del Estado y al Instituto Poblano de Asistencia al Migrante y están intentando gestionar una visa humanitaria para que la familia pueda ver a la joven y regresar a Estados Unidos.
Foto archivom
aj