La impresión luego de escuchar el Tercer Informe de Gobierno de la Jefa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum es que en esta entidad se derrochan cosas positivas y el futuro se plantea optimista entonces ¿Porqué el gobierno de la Ciudad de México perdió 8 alcaldías hace un par de meses? ¿Qué parte no vieron esos ciudadanos de este proceso en su propia Ciudad?
El informe hizo una mención impecable de los logros y acciones realizadas a lo largo de estos años de gobierno, a vuelo de pájaro y para no olvidarlos, menciono algunos. Ampliación de espacios públicos como parques, casas de la cultura y el programa emblemático de talleres de todo tipo llamado PILARES, atención a la movilidad urbana multiplicada en kilómetros de ciclovías, una centena de nuevas unidades de trolebuses, renovación de vías de tranvía y un espectacular cablebus.
En esta concentración de logros también se ubicaron las acciones de emergencia para enfrentar la pandemia, pruebas de Covid, seguimiento de contagios y, sobre todo, el programa de vacunación que resultó de lo más eficiente a nivel nacional considerando la alta concentración de población en la CDMX.
Un dato central en este mismo apartado fue la reconversión sanitaria e instalación de espacios de atención médica especializada que logró su mayor éxito, ojo, por la capacidad de negociación del gobierno de la Ciudad con la iniciativa privada (centro Banamex y acuerdos con Hospitales privados).
Y aunque no se dijo, obvio, el gobierno de la capital estuvo dispuesto a pagar un costo político al estirar la calificación del color naranja del semáforo Covid, para apoyar la economía local y con esto, no generar aún más daño al empresariado local. Hay que tomar en cuenta también el hecho de que uno de los impactos sociales más graves de la pandemia en toda América Latina esta siendo la deserción escolar sobre todo a nivel de bachillerato, para lo cual el gobierno de la Dra. Sheinbaum aumentó la matricula escolar para buscar que los jóvenes no abandonen la escuela.
En el informe el tema de la seguridad en la Ciudad recibió una mención especial que Sheinbaum celebró con números de baja de incidentes en todos los rubros, aunque quedó la duda si dichos datos son un comparativo con el año anterior, 2020, cuando la pandemia bajó la movilidad de una manera realmente importante y esto influye en estos resultados. En ese tema el saludo que la Dra. Sheinbaum dio a García Harfuch, jefe de la policía local fue un espaldarazo contundente, por si quedaba duda. Dado todo este escenario, si todo pinta bien ¿cómo no estar de acuerdo? ¿por qué no lo avalaron las pasadas elecciones con un voto contundente? Evidentemente el accidente de la Línea 12 fue devastador en todos los sentidos -humanos y políticos- y la oposición lo utilizó electoralmente, pero también, y esto es lo central, hay un hecho innegable, gran parte de las obras, inyecciones de recursos y proyectos de gran calado, se han dado en muchas de las zonas mas populares de la Ciudad, en las periferias e incluso, a favor de las personas más pobres e históricamente relegadas de las maravillosas ventajas de vivir en la Ciudad de México.
Esta es la razón por la que un aparte de la ciudadanía local no alcanza o no puede ver los logros y a identificarse con ellos, porque no han estado dirigidos especialmente a ellos, aunque son un beneficio indirecto al impactar positivamente al conjunto en una ciudad que pide a gritos mayor inclusión, menor disparidad y algo de consideración para la inmensa mayoría y no solo para los rumbos históricamente privilegiados.
De ahí que la parte política y no meramente técnica del mensaje de la Dra. Sheinbaum fuera una toma de posición muy clara que lejos de aminorar su discurso para complacer a sectores que se dicen desencantados, refrendó la necesidad de seguir buscando la equidad y la justicia a través de obras, inversión y combatir la corrupción.
Lo que no se entiende es que esto se vea como una sorpresa cuando después de todo esa fue su propuesta de campaña, “por el bien de todos, primero los pobres”, y los más pobres no se encuentran especialmente concentrados en las alcandías de perfil más clase media, media alta que le negaron su voto al proyecto de ciudad que ella abandera, pero que al final, serán también enormemente beneficiados con una ciudad menos desigual y más inclusiva.
Columna de Leticia Calderón Chelius
Milenio
Foto: Archivom
cdch