La carestía mundial de semiconductores ha propiciado una reducción en la producción de vehículos automotores en México, lo que a su vez ha desacelerado las exportaciones mexicanas de productos.
En comparación con igual periodo de 2020, las importaciones de semiconductores al mercado mexicano subieron 9.3 por ciento.
Durante los siete primeros meses del año actual, México importó estos productos principalmente de Malasia (4,418 millones de dólares), China (2,364 millones), Taiwán (1,643 millones), Vietnam (881 millones) y Estados Unidos (856 millones).
México importa chips para incorporarlos a una amplia gama de bienes que produce, como teléfonos, computadoras, refrigeradores, componentes de aviones y televisores, entre otros.
Las importaciones mexicanas de semiconductores escalaron desde 14,847 millones de dólares en 2011 hasta un récord de 24,666 millones en 2019, para luego retroceder a 20,083 millones en 2020.
China es el mayor consumidor de semiconductores del mundo. Como sitio de una gran cantidad de empresas internacionales que se especializan en la fabricación y ensamblaje de productos electrónicos para el mercado global (en particular, Foxconn, el fabricante de la electrónica de consumo insignia de Apple) y un mercado interno en crecimiento, el consumo de semiconductores de China se ha expandido mucho más rápido que su producción en los últimos años.
Algunas estimaciones indican que China fabrica 90% de los teléfonos inteligentes del mundo, 65% de las computadoras personales y 67% de los televisores inteligentes, productos que dependen en gran medida de los chips, destacó la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos.
Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca, comentó que China ha invertido 150,000 millones de dólares en la industria de los semiconductores.
A nivel mundial, según la empresa de autopartes Autoliv, la previsibilidad de la demanda de los clientes en la industria automotriz ha mejorado, pero sigue siendo limitada, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad de los niveles de demanda actuales.
Aunque a la empresa Autoliv no le afectan directamente los problemas actuales de suministro de semiconductores destacados por varios fabricantes de equipos originales (OEM, por su sigla en inglés), el problema ha impactado a la producción de vehículos ligeros. La empresa considera que parte de la producción perdida en el primer semestre del año podría recuperarse en el segundo.