Puebla, Pue.- Los ataques con ácido no deberían catalogarse solo lesiones, sino incluso como un intento de feminicidio, pues los agresores terminan con la vida social, psicológica y laboral, consideró la activista María Elena Ríos Ortiz, quien fue precisamente víctima de uno de estos ataques.
Entrevistada previo a su participación en una mesa de trabajo del Congreso Local sobre la violencia que se ejerce contra las mujeres al atacarlas con ácido, llamó a los legisladores a considerar estos casos como tentativa de feminicidio, pues los agresores buscan “matar” socialmente a las mujeres.
También señaló que es necesario reforzar las medidas de reparación de daños, debido a los altos costos que implica la recuperación médica.
“No hay ni duda de que debe considerarse como feminicidio o tentativa cuando logramos sobrevivir, porque el objetivo principal de atacarnos con ácido es matarnos y no me refiero simplemente en esta idea de desprender el alma del cuerpo, sino la forma de cómo te matan en vida, matan tus anhelos, tus proyectos, tu vida”, dijo la saxofonista oaxaqueña.
“Faltan tocar puertas, así como que las demás mujeres que han sido víctimas, pero creo que la información no llega de forma correcta, ya que los legisladores no son doctores, psicólogos, para tener una mejor comprensión del problema”, manifestó.
Expuso también que las Fiscalías tienden a no investigar este tipo de ataques con perspectiva de género y llegan a revictimizar a las mujeres, lo que genera desconfianza en las autoridades y solo el 25 por ciento de las personas que han sido víctimas llegan a presentar una denuncia.
María Elena Ríos es una saxofonista originaria del estado de Oaxaca, que el 9 de septiembre del 2019 fue agredida por su expareja, el exdiputado Juan Vera Carrizal, quien la atacó con ácido, provocándole severos daños en el rostro, brazos y pecho.
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