El día de hoy, a las doce horas, debe de iniciar la sesión del Pleno de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN), para elegir a su nuevo presidente, o presidenta, por un periodo de cuatro años. La elección del nuevo titular de la Corte será conducida por el ministro decano, Luis María Aguilar. Hay dos ministras y tres ministros buscando la presidencia. Ganará quien sea el primero en juntar seis de los 11 votos disponibles. La sesión será transmitida por el canal de la Corte, Justicia TV, señal que esta disponible en los sistemas de TV restringida del país y también en internet.
¿Qué hizo Zaldívar como presidente de la SCJN?
Deja la presidencia de la Corte, aunque continua como ministro, Arturo Zaldívar. El fue uno de los presidentes más fuertes de que se tenga memoria en la Corte, esto en términos de: las reformas judiciales que impulsó –convenciendo al Ejecutivo de su presentación y consiguiendo los votos -casi unánimemente- en el Legislativo-; por los criterios expedidos al interior del Poder Judicial Federal (PJF) para avanzar la equidad de género; por decisiones polémicas pero que han sido vanguardistas –como el derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y la declaración de la inconstitucionalidad de varias legislaciones estatales que permitían atenuantes en violaciones sexuales cometidas por el “marido”; y, por su apoyo también a las mujeres, de escasos recursos en su inmensa mayoría, al generarles estrategias de defensa que permitieron liberar a 41 mil reclusas.
También, desde luego por lo mediática y exitosa que fue su comunicación al inaugurar las conferencias de prensa en la Corte, de manera regular; usar las redes sociales de manera generalizada –siendo Zaldívar el funcionario mexicano con mayor número de seguidores, la mayoría de ellos jóvenes en TikTok-; y, en general al lograr poner su agenda en los medios de comunicación de manera permanente. Como fue el caso –en el que pude participar de manera pro bono- de la serie Caníbal, misma que evidenció la impunidad que gozan los feminicidas en nuestro país y que logró una audiencia acumulada de millones de personas – en los canales 22, de Conaculta, y 2 de TelevisaUnivision -, rompiendo records en la TV para cualquier programa transmitido a las 23hrs.
Y no menor el hecho de que luego que la 4T redujera los salarios de los funcionarios federales y desapareciera cientos de fideicomisos para pagar seguros médicos y jubilaciones, Zaldívar haya logrado evitar esas reducciones afectasen al PJF. Logrando que jueces y magistrados federales mantuviera sus compensaciones intactas, lo que es un pre- requisitos internacionalmente aceptado para evitar se corrompan ante los intereses que ponderan. Así, hasta ahora, si un juzgador federal tiene una carrera honesta, sin corromperse, puede aspirar luego de décadas de servicio a una pensión digna. Lo que ya no acontece en ningún otro Poder en México.
¿Qué seguirá para la SCJN y el PJF?
El ambiente entre la clase política y los medios de comunicación no le es favorable al PJF. El presidente de la República y sus funcionarios de seguridad llevan semanas –sin mayor evidencia- acusando a jueces y ministros de actos de corrupción, en particular de soltar a delincuentes. Toda esta narrativa les ha afectado en la opinión publica.
También, en los medios de comunicación y en las redes sociales las acusaciones contra varios ministros de la Corte, que aspiran a su presidencia, han sido la constante estos últimos días. También, acusaciones – hasta ahora - sin mayor sustento, pero ligadas a intereses políticos y/o corporativos.
Poderes establecidos y fácticos ejerciendo vetos contra ministros
El primer aspirante en ser señalado, con acusaciones de actos patrimoniales indebidos fue el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ex jefe del SAT con Felipe Calderón y nieto de un prestigiado ex secretario de Hacienda – Antonio Ortiz Mena, quién de 1958-70 implementó el exitoso programa del “Desarrollo Estabilizador”-.
La campaña en contra del ministro Gutiérrez llegó al clímax cuando, desde la mañanera, el propio presidente de la República acusó que los conservadores lo querían imponer en la SCJN y que era “el ministro más rico”. Para luego los ataques seguir en las redes sociales. Uno de los que encabezó estos fue el monero de La Jornada, Rafael Barajas, “El Fisgón”, quién también se desempeña como relevante asesor presidencial y encabeza el Instituto de Formación Política de Morena. Los señalamientos del prestigiado monero y de los seguidores de Morena son que “condonó más de cien mil millones de impuestos a las grandes empresas. El es el candidato de los grandes capitales. Es el candidato del saqueo.” Todo ello sin mayor prueba, pero el oficialismo y la izquierda intentaban vetar a un candidato a la presidencia de la SCJN.
Prácticamente intocados los otros tres candidatos, los Ministros Norma Piña, Javier Laynez y Alberto Pérez Dayán.
¿El fin de la actual SCJN?
El presidente Ernesto Zedillo, en 1999, desapareció a la entonces Suprema Corte. En aquella época, luego de una reforma constitucional, envío a su casa a los 26 ministros en funciones, para dar lugar a una Corte, la actual, de 11 ministros. Algunos señalaron que lo que se hizo fue un “golpe de Estado”, para tener jueces a modo. Mientras que otros hablaron de una reforma judicial para fortalecer el Estado de derecho en México. Curioso, Javier Laynez, uno de los aspirantes a presidir la Corte, fue uno de los redactores de esa reforma al trabajar como consejero jurídico adjunto del entonces presidente Zedillo.
Hoy parece que la SCJN está envuelta en tantas polémicas y acusaciones – varias infundadas- que se pone en la misma tesitura que su antecesora. Pero, varios de los actuales ministros son parcialmente responsables del desprestigio que están padeciendo al mostrar su división: el pasado 15 de diciembre, en el (último) Informe de labores de la SCJN, Zaldívar había acabado su discurso con una ovación de la audiencia en el recinto.
El cierre de su Informe – una utopía de Eduardo Galeano- hizo también aplaudieran, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Sen. Alejandro Armenta y Dip. Santiago Creel, respectivamente. Al igual que lo hizo vehementemente el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. En ese momento, en que toda la audiencia aplaudía, llamó poderosamente la atención de los representantes de los tres Poderes de la Unión que de los 10 ministros escuchando el discurso sólo aplaudieran dos (L. Ortiz y Y. Esquivel) . El resto permanecían rígidos, varios de ellos en sus asientos, sin siquiera pararse. Claramente estaban señalando su inconformidad con el discurso de su presidente saliente, Zaldívar, quien arrancó señalando el combate a la corrupción interna en el PJF. Lo que incomodo a la mayoría de sus pares.
En ese momento, el presidente de la República observó, con detenimiento, que la Suprema Corte estaba totalmente dividida. Los vio a todos y vio su debilidad y tamaño. Un par de días después insistió en su mañanera que urgía una reforma a la Corte y al Poder Judicial Federal.
En retrospectiva, parece que el 15 de diciembre del 2022, (entre la salida de Zaldívar, alguien respetado por López obrador, y la evidente falta de cohesión interna), la suerte de la Corte quedó echada. Todos los señalamientos que han venido después sólo servirán para armar la narrativa de lo que habrá de suceder: el Poder Judicial Federal será reformado.
La reforma que viene a la SCJN y al PJF
Así, mientras que en los tribunales federales empiezan las primeras revisiones judiciales a las varias normas que integran el “Plan B” electoral del lopezobradorismo –quizá como una presión superviniente- , parece inminente se avecinen varias reformas que trastocaran al Poder Judicial Federal: desde su sistema de prestaciones, sus fideicomisos, pasando por cómo funcionan y operan los tribunales en México, señaladamente la SJCN y el Tribunal Electoral del PJF.
Quién llegue hoy a presidir la SCJN será prácticamente imposible que pueda frenar las reformas que se avecinan. Dependiendo de su dialogo con el Ejecutivo y las fuerzas en el Congreso podrá amainar el calado de estas. Pero ya no esquivarlas como logró Zaldívar. Las afectaciones de esta reforma no sólo serán profundas para todo el poder judicial en México. Lo serán para el país, su sistema de impartición de justicia y el equilibrio de Poderes.
Si un presidente “débil” y sin filiación partidista, como Zedillo, pudo hacer lo que le hizo a la SCJN, en 1994, todas las hipótesis de lo que podría venir son plausibles con un presidente tan “fuerte” y militante como lo es López Obrador. Más que el presidente piensa que los abogados son un mal necesario y que el PJF está “corrompido”.
Habrá que ver, en lo futuro, quién defiende a la Suprema Corte y al PJF. Pero por lo pronto, entre los ministr@s de la SCJN, debieran de cerrar filas y votar como su nuevo president@ a quien más éxito pueda tener en las complejas negociaciones por venir. También, valdría que señalar con orgullo lo mucho que han hecho y los méritos que a diario realizan decenas de miles de servidores públicos en el PJF, funcionarios que por lo general son gente honesta, comprometida y altamente capacitada.
Le quedan menos de dos años a la 4T pero busca imprimir su sello a todo. Hasta ahora la ha librado el PJF. Parece que su suerte llegó a su fin y ahora tendrá que lidiar con la realidad que han vivido los otros Poderes de la Unión y varios organismos constitucionales autónomos. Veamos que sucede hoy en la SCJN. Pero es altamente probable que la 11ª época del Poder Judicial Federal, la actual, sea la última cómo le hemos conocido. Los cambios por venir impactarán todo y a todos.
Columna de Javier Tejado en SDP Noticias
Foto SCJN
clh